martes, 27 de mayo de 2014

Todos merecemos rosas

XVII PREMIOS MAX
(*) Escenas de las obras en vídeo pulsando en los enlaces


Si el año pasado ensalzábamos la 'palabra viva' de nuestra cultura y, con ello, a los creadores que nos hacen soñar con el teatro, esta vez no podemos dejar de admirar en ellos, además, la valentía que demuestran al poner en marcha cada uno de sus proyectos. No son buenos tiempos para la cultura y menos aún para las artes escénicas. En este contexto, los Premios Max adquieren, sin duda, una perspectiva de necesidad, al margen del carácter festivo de la ceremonia.

La XVII gala de los Premios Max, que se celebró el lunes 26 de mayo en el Teatro Circo Price de Madrid, propuso una puesta en escena con reminiscencias rockeras y de cabaret canalla. El actor Jimmy Barnatán ejerció de presentador en una ceremonia organizada por la Fundación SGAE que resultó más monótona de lo que cabía esperar.

Se cumplieron los presagios de éxito para 'Un trozo invisible de este mundo', de Juan Diego Botto, llevándose tres de los premios más valorados: Mejor Espectáculo de Teatro, Mejor Actor (Juan Diego Botto) y Mejor Autoría Revelación, además de llevarse la manzana por el Mejor Diseño de Iluminación, otorgada a Valentín Álvarez.


Botto, visiblemente emocionado, no dejó de agradecer la tarea llevada a cabo por el equipo, con Sergio Peris-Mencheta como director de escena. El actor hizo un llamamiento a la integración de la cultura en la vida de todas las personas, sea cual sea su condición económica y social, asegurando que 'todos merecemos el pan, pero también las rosas'. El espectáculo premiado, que lleva a cabo un retrato de la inmigración y el exilio, permanecerá en las Naves del Español en Matadero hasta el próximo 8 de junio. 

El bailarín sevillano Israel Galván, ausente en la gala por motivos laborales, hizo buena cosecha de su espectáculo 'Lo Real/Le Reél/The Reel' pues, pese a competir con pesos pesados como Eva Yerbabuena, que repitió manzana a Mejor Intérprete Femenina de Danza, o Sol Picó, se acabó haciendo con el premio a Mejor Coreografía y Mejor Espectáculo de Danza.

Con menos trayectoria, el equipo de 'The funamvulistas' recogió el galardón a Mejor Espectáculo Revelación, como lo hizo Maika Makovski en la categoría Mejor Composición Musical para Espectáculo Escénico por el trabajo realizado en 'Forests'. Según la ceremonia avanzaba, los recursos escénicos dejaron de llamar la atención, pese al dinamismo con el que la gala se iba sucediendo. Si acaso, lo más celebrado pudo ser el dúo de Barnatán con Lola Dorado, echándose de menos una puesta en escena más cuidada, concreta y efectiva.


El presidente de la Fundación SGAE, Antonio Onettireconoció la resistencia de los creadores, que en malas condiciones se reinventan para cumplir aquella premisa de que el espectáculo debe continuar. La propuesta cabaretera con pinchos y cueros, dijo, aludía a la defensa férrea con que la gente del espectáculo tiene que hacer frente a estos malos tiempos de IVA aumentado y ausencia de modelos alternativos de financiación.

La manzana a Mejor Actriz se la llevó la polifacética actriz Emma Vilarasau, que ya estuvo nominada al Goya a la Mejor Actriz Protagonista en 2005 por el film 'Para que no me olvides', en competición con dos grandes veteranas como Kiti Mánver o Julieta Serrano. La Mejor Dirección de escena fue a caer en manos de Carles Alfaro por el montaje clásico 'El lindo don Diego'. Otro gordo, el de Mejor Autoría Teatral, recalaría en Pere Riera por 'Barcelona'.

Al entregarles el premio a Mejor Empresa de Artes Escénicas a Tanttaka Teatroa, comentaban los galardonados que este es un negocio menospreciado. Nosotros seguiremos admirando a los creadores, que bien saben que la cultura es el puente que separa vivir de sobrevivir.

Si te perdiste la gala puedes volver a verla desde AQUÍ
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Texto de Sara Garzón.
Imágenes de David Molina.

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