
El rey del funk llegó al festival Cultura Inquieta y triunfó. Así se podría resumir lo de anoche si la crónica se redujera a un simple tuit en el que comprimir el concierto que el estadounidense George Clinton, famoso por su entrega en el escenario y por sus maratonianas actuaciones, ofreció en la quinta edición del festival madrileño.
Las
manos en el aire del público no desaparecieron en las cerca de tres horas que
se marcó su banda, Parliament Funkadelic, entre instrumentos de todo tipo y
atuendos coloristas. A sus 72 años, Clinton sigue desmelenándose en un
escenario que llena de energía y proclama que el trono del funk le sigue
perteneciendo.
Tres
guitarras, dos teclados, varias voces, tres coristas femeninas, un bajo, varios
percusionistas y diversos instrumentos de viento metal pusieron en pie una
actuación llena de virtuosismo en la que bailó tanto un contorsionista sin
camiseta como el público que se acabó subiendo al escenario.

Brillaron
temas como 'One nation under a groove' o 'Give up the funk' en un escenario que
respiró vitalidad, movimiento y el talento de uno de los grandes maestros de la
música funky que, eso sí, se echó a un lado para retomar fuerzas de vez en
cuando mientras los músicos daban auténticas lecciones a la guitarra o tomando
la voz cantante, como hizo la vocalista Kendra Foster.
George
Clinton & The Parliament Funkadelic recuerdan por momentos a Jimi Hendrix
y a James Brown entre sonidos delirantes, un caos musical premeditado y la entrega
de músicos con varias décadas de trayectoria. Con el único objetivo de hacer
mover los pies a todos los asistentes, la suya fue una actuación que dejó al
público boquiabierto y cantando aquello de we want the funk!
No hay comentarios:
Publicar un comentario