
La
escasez de ideas originales en Hollywood es un hecho. Como dice el dicho, cualquier
tiempo pasado fue mejor y, de ese modo, el reboot se ha puesto de moda.
No vale sólo con secuelas, precuelas o
spin-off, hay que ir un paso más lejos o, directamente, viajar atrás en el
tiempo para recuperar ideas que quedaron en la infancia de multitud de adultos. Hollywood nos conoce y sabe que la añoranza vende. En ocasiones, el
batacazo puede ser brutal, pero otras tantas no es así.
Después de dos meses de retraso con respecto a su estreno mundial, el viernes 17 de octubre aterriza en la cartelera española 'Las Tortugas Ninja'. En este reinicio de franquicia, los cuatro compañeros de fatiga, risas y pizzas, Donatello, Michelangelo, Leonardo y Raphael, combatirán contra el Clan del Pie y su poderoso líder Shredder. Ayudados en todo momento por April O’Neil, reportera novel interpretada por Megan Fox, y adoctrinados por Splitter, su maestro rata cuyo origen ha cambiado respecto a los 80, intentarán que el caos no se apodere de la ciudad de Nueva York.
Jonathan Leibesman dirige de manera correcta y sobresale en las escenas de acción vertiginosa. 'Ira de titanes' e 'Invasión a la tierra' le postulan como un prominente director de acción a la par que un creador de títulos tímidos en cuanto a crítica y resultados en taquilla. Respalda e impregna esta producción el archiconocido creador de 'Armageddon', Michael Bay. La cinta destila su marca por los cuatro costados, con un guiño grotesco en la armadura que luce el villano Shredder, más cercano a 'Transformers' que a la esencia de 'Las Tortugas Ninja'.
El largometraje cuenta con un guión más bien flojo y personajes planos debido en gran parte a que se trata de una simple presentación de los personajes. No obstante, es una cinta entretenida con una mención especial a la creación digital de las tortugas. Los reptiles hormonados, al igual que sucedía con las películas noventeras, son lo mejor del film: desvergonzados, excéntricos y ninjas. Una combinación que funciona muy bien gracias a la duración estándar del metraje, rápido y creciente en acción.
Mucho se ha hablado y especulado acerca del proyecto. Se catalogó erróneamente como el gran batacazo del verano (se estrenó en Estados Unidos en agosto) y, aunque las críticas no han sido del todo favorables, los resultados de taquilla ya han conseguido que se firme una segunda parte. Lo que sí parece claro es que - siempre que se acuda a las salas sin grandes expectativas - los fans se encontrarán con una oportunidad de rememorar su infancia.
Después de dos meses de retraso con respecto a su estreno mundial, el viernes 17 de octubre aterriza en la cartelera española 'Las Tortugas Ninja'. En este reinicio de franquicia, los cuatro compañeros de fatiga, risas y pizzas, Donatello, Michelangelo, Leonardo y Raphael, combatirán contra el Clan del Pie y su poderoso líder Shredder. Ayudados en todo momento por April O’Neil, reportera novel interpretada por Megan Fox, y adoctrinados por Splitter, su maestro rata cuyo origen ha cambiado respecto a los 80, intentarán que el caos no se apodere de la ciudad de Nueva York.
Jonathan Leibesman dirige de manera correcta y sobresale en las escenas de acción vertiginosa. 'Ira de titanes' e 'Invasión a la tierra' le postulan como un prominente director de acción a la par que un creador de títulos tímidos en cuanto a crítica y resultados en taquilla. Respalda e impregna esta producción el archiconocido creador de 'Armageddon', Michael Bay. La cinta destila su marca por los cuatro costados, con un guiño grotesco en la armadura que luce el villano Shredder, más cercano a 'Transformers' que a la esencia de 'Las Tortugas Ninja'.

El largometraje cuenta con un guión más bien flojo y personajes planos debido en gran parte a que se trata de una simple presentación de los personajes. No obstante, es una cinta entretenida con una mención especial a la creación digital de las tortugas. Los reptiles hormonados, al igual que sucedía con las películas noventeras, son lo mejor del film: desvergonzados, excéntricos y ninjas. Una combinación que funciona muy bien gracias a la duración estándar del metraje, rápido y creciente en acción.
Mucho se ha hablado y especulado acerca del proyecto. Se catalogó erróneamente como el gran batacazo del verano (se estrenó en Estados Unidos en agosto) y, aunque las críticas no han sido del todo favorables, los resultados de taquilla ya han conseguido que se firme una segunda parte. Lo que sí parece claro es que - siempre que se acuda a las salas sin grandes expectativas - los fans se encontrarán con una oportunidad de rememorar su infancia.
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