
¿Dónde se encuentran los límites de uno mismo? Pocas veces nos paramos a pensar hasta dónde seriamos capaces de llegar por las personas a las que queremos y lo que pueden influenciarnos en nuestras decisiones, incluso a nivel moral. El director madrileño Carlos Vermut cuestiona el instinto y el deseo frente a la razón y la moral en su segundo largometraje, 'Magical Girl', premiado con la Concha de Oro a la mejor película en el pasado Festival de San Sebastián, que llega a la cartelera española el viernes 17 de octubre.
Comenzando con una breve pero intensa escena que ejerce la función de prólogo, la historia gira en torno a Luis (Luis Bermejo), un profesor de literatura en paro en un Madrid actual. Este es padre de Alicia (Lucía Pollán), una niña enferma de leucemia fanática de una serie de animación japonesa ficticia llamada 'Magical Girl Yukiko', cuyo mayor y último deseo es ponerse el vestido de la protagonista y heroína del anime. Luis hará todo lo posible por cumplir el deseo de su hija, encontrándose por el camino con Bárbara (Bárbara Lennie), una joven con desórdenes mentales casada con su psicólogo, y con Damián (José Sacristán), un profesor de matemáticas jubilado recién salido de la cárcel. Sus vidas se entrecruzarán y complicarán hasta la más absoluta oscuridad.
El espectador se encuentra ante una una crítica social que se mueve entre la comedia, el drama y la intriga. Con un ritmo progresivo que llega a convertirse en adictivo, el film se divide en tres capítulos que se centran en cada una de las historias principales de la película. Partiendo de una situación inocente, la trama se va volviendo cada vez más turbia, dejando que sea el espectador quien complete las partes que no quedan resueltas, tarea que ayuda a mantenerse alerta ante lo que sucederá después.

José Sacristán realiza una interpretación soberbia que, desde el primer momento, emociona al espectador. El trabajo de Bárbara Lennie tampoco deja indiferente, reflejando con sólo una mirada el tormento, la frialdad y fragilidad que su personaje sufre, sirviendo de contrapunto al personaje interpretado por Luis Bermejo, dotado con la naturalidad y sencillez que precisa un hombre humilde golpeado por la vida.
También merece la pena reparar en una banda sonora que, sin ser excesiva, realiza una comparativa cultural entre España y su situación, con canciones del folclore español, frente al pop japonés, reflejando la rapidez y la inocencia de esa inspiración asiática a través de un tempo pausado y una cuidada fotografía.
En situaciones límite, el amor nos hace enfrentarnos a nuestra razón, algo que Vermut representa entre crímenes y misterios con ese continuo juego de personajes que manipulan y se dejan manipular para mejorar sus circunstancias. 'Magical Girl' es, en definitiva, una lucha contra lo moralmente correcto.
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