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martes, 10 de marzo de 2015

Líos de sábanas entre canciones

EXTRA! 

Cada uno tiene sus gustos: mientras unos prefieren el lado derecho, otros son más del izquierdo y hay quienes prefieren estar solos, a sus anchas. Los protagonistas de 'El otro lado de la cama' no tienen mucho problema a la hora de elegir dónde dormir mientras lo hagan acompañados. Y así pasa, que los líos ocurren sin parar. En todos los sentidos.

Esta comedia musical se reestrenó el pasado martes 3 de marzo en el Teatro Fígaro, después de ocho meses en el Teatro Quevedo, con una primera temporada de éxito. La obra se basa en la película española del director Emilio Martínez-Lázaro y el texto es de David Serrano, guionista de la versión cinematográfica.

Sonia (Mónica Aragón) y Javier (José Manuel Pardo, que también dirige la obra) forman una pareja estable que hace tiempo cayó en la monotonía mientras que la relación de Pedro (Álex Casademunt) y Paula (Noelia Miras) no pasa por buen momento: ella se ha enamorado de otro y decide dejarle. Javier, mejor amigo de Pedro, se encargará de animarle e intentar que no descubra cuánto tiene que ver en el asunto.


La adaptación a cargo de Roberto Santiago (que ya trabajó en una primera versión teatral de la película en el año 2004) mantiene la esencia del largometraje, aunque con modificaciones. Entre los protagonistas se identifican rostros conocidos. El texto es prácticamente idéntico y las canciones se mantienen, con éxitos del pop español de los 80 como 'Dime que me quieres''Salta' y 'Las chicas son guerreras'. Mención especial a la interpretación que Noelia Miras realiza en solitario, donde la actriz derrocha voz y presencia.

La escenografía recrea el piso de las parejas, testigo de los encuentros amorosos, transformándose en el bar donde quedan los amigos. El espectador es cómplice de las infidelidades y sentimientos que los personajes confiesan en forma de canción. Los cuatro actores secundarios dan mucho juego y la llegada de Pilar (Laura Ramírez), con su particular personalidad, se convierte en uno de los momentos más divertidos de la representación.

Mentiras, dobles vidas, locuras por amor y mucha pasión se suceden durante la hora y cuarenta minutos que dura el montaje. Los números musicales amenizan una comedia que transcurre con fluidez una vez se conecta con las historias. Un musical de relaciones complejas que entretendrán tanto a los fieles de la película como a los que descubran la historia por primera vez.


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