
¡Qué divina armonía hacen en una señora la majestad en el talle y en el rostro la hermosura! Estas palabras las pronuncia el príncipe Ricardo, uno de los protagonistas de 'La hermosa fea', la obra de Lope de Vega que Diágoras Producciones representa cada sábado de mayo a las 20.00 h. en el Teatro Victoria de la capital, tras realizar una gira y pasar por eventos como el Festival de Teatro Clásico de Almagro.
El espectáculo, dirigido por Juan Manuel Casero, cuenta con las interpretaciones de Susana Garrote, Pablo
Cabrera, Daniel Acebes, Raquel Alonso y Héctor Vesga, que dan vida a los
personajes de la divertida comedia del aclamado dramaturgo. El elenco sabe
moverse a la perfección por un pequeño escenario que aporta cercanía a la trama, algo que permite que el
público imagine a la perfección los distintos ambientes que
representan.
'La hermosa fea' trata sobre los enredos que el príncipe Ricardo provoca para enamorar a la bellísima y admirada duquesa Estela. Su estrategia es ofenderla convenciéndola de su fealdad y así, a
través de otra identidad, ganarse su amor sin que ella sepa quién es
realmente. La duquesa, ofendida por lo que piensa el príncipe, decide trazar un
malvado plan para vengarse.

El libreto trata un
tema presente en todas las épocas de la historia: el culto a la
belleza y la vanidad herida. El espectáculo cuenta con un texto que ha
sufrido ciertos cambios respecto al original para que el público se sumerja
fácilmente en la comedia y la entienda de forma sencilla. La acción transcurre en Italia, entre calles e interiores de palacio.
Con una escenografía sencilla y una acertada caracterización con elementos de vestuario que remiten a Venecia, destacan unos actores que, gracias a su interpretación y ejemplar dicción del verso, hacen más amena la función. El papel cómico recae en el personaje del divertido Julio (Héctor Vesga), el criado del príncipe, que saca la sonrisa del espectador cada vez que aparece sobre las tablas.
Con una escenografía sencilla y una acertada caracterización con elementos de vestuario que remiten a Venecia, destacan unos actores que, gracias a su interpretación y ejemplar dicción del verso, hacen más amena la función. El papel cómico recae en el personaje del divertido Julio (Héctor Vesga), el criado del príncipe, que saca la sonrisa del espectador cada vez que aparece sobre las tablas.
Una obra íntegra
en verso que sorprenderá a los menos acostumbrados al teatro clásico y encandilará a los apasionados de Lope de Vega, trasladando a la Edad Media a un público que disfrutará de una de las mejores piezas del escritor español en una acertada mezcla de ingenio y fidelidad al texto original.
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