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lunes, 15 de junio de 2015

Aquel verano



La controversia de un verano vacío. El placer de los días por delante sin objetivos que cumplir. La mezcla del calentamiento de la piel a las cuatro de la tarde de un día de agosto y de la envidia de los que recorren el mundo mientras uno busca en su habitación motivos por los que sonreír. El hastío del estío pesa y seduce a partes iguales, tanto como la vitoreada 'Tu dors Nicole', tercer largometraje del quebequés Stéphane Lafleur que sabe a ópera prima por el conflicto existente entre forma y contenido.

Nicole (Julianne Côtë) es una chica de 22 años que disfruta de un verano tranquilo en su casa junto a su mejor amiga, Verónique (Catherine St-Laurent), hasta que su hermano mayor (Marc-André Gronin) aparece por sorpresa con dos amigos con los que pretende grabar un trabajo discográfico. La serenidad del hogar vacío deja paso al quebrantamiento de las expectativas de la joven, que verá cómo su amistad se pone a prueba ante la aparición de un enigmático batería al que da vida Francis La Haye. A su vez, el insomnio perturbará sus noches dejando paso a insólitas escenas que van de lo onírico a lo surrealista.

Al soberbio trabajo fotográfico de Sara Mishara se unen las interpretaciones de un reparto en el que destacan los componentes de la banda del hermano de Nicole, protagonistas de algunos de los diálogos más interesantes de la producción. Mientras la aparición de una tarjeta de crédito sirve como vía de escape de la ansiedad que produce en la joven el paso a la edad adulta, su trabajo a media jornada en una tienda de ropa pesa cada vez más.


Rodada en un bellísimo blanco y negro, Julianne Côtë deja constancia de su solidez interpretativa en un papel protagonista que requiere más contención que el pulso de quien construye un castillo de naipes. Nicole camina hacia la madurez entre dudas, angustia y una sensación de incomprensión que apoya una banda sonora estimable gracias a las composiciones instrumentales de Organ Mood, que ahondan en lo introspectivo de un personaje que a unos enamorará y a otros aburrirá hasta la extenuación.

Se reconocen con facilidad las referencias a David Lynch y a esa pequeña joya llamada 'Frances Ha' de la que Lafleur no ha sabido plasmar ni su optimismo ni su ternura. Si en la cinta protagonizada por Greta Gerwig era su alocada protagonista quien cautivaba al público, en 'Tu Dors Nicole' quien sobresale es un niño con voz de hombre al que interpreta con soltura Godefroy Reding, con la voz del actor Alexis Lefebvre. Las escenas que comparten el crío con exceso de confianza y su apesadumbrada exniñera Nicole rescatan al espectador de un guión irregular de hora y media.

La melancolía camina a sus anchas por un largometraje con ecos del finlandés Aki Kaurismäki que fue aplaudido en la última edición del Festival de Cannes. Si forma y contenido deben funcionar como un todo en el que encajen estilo y narración, 'Tu dors Nicole' peca de condescendiente y olvida el valor de la trama para exigir su lugar basándose en su lirismo visual, a pesar de las coletadas de perspicacia en determinados diálogos. Desmitificando una cinta que cojea en su narrativa, lo cierto es que se vislumbra lucidez tras la cámara. 4/10.


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