jueves, 8 de octubre de 2015

La delicada soledad de las flores

EXTRA!

La tendencia popular a condenarse al silencio viene atada a un sinfín de consecuencias ante la imposibilidad de seguir adelante. Silencio ante la vida, indiferencia ante las personas y resignación ante un futuro que parece truncarse conforme los años van haciendo mella. El dolor insufrible se traduce en horas vacías y tiempo interminable. Y en determinadas ocasiones lo más inteligente es recurrir al mutismo.

El segundo largometraje de Jon Garaño y José María Goenaga, 'Loreak', explora ese sigilo y confronta las vidas de aquellos que, dominados por él, no encuentran una razón de peso para darle sentido a su existencia. Beñat (Josean Bengoetxea) es el personaje en torno al cual se tejen las historias de las tres mujeres protagonistas. Establecido como el eje lineal que regula las emociones y consecuencias de los personajes, Bengoetxea se conjuga como la pieza esencial de un puzzle que sin su presencia se descalabra.

Nagore Aranburu, Itziar Apuru e Itziar Ituño dan vida a Ane, Lourdes y Tere respectivamente. La naturalidad, la tozudez y la nostalgia quedan representadas en ellas. Una historia que comienza con la infelicidad de Ane termina uniendo el destino de las tres mujeres a través de la muerte y el humilde acto de dejar flores a aquellos que significaron algo. Con esta acción tan aparentemente insignificante se desarrolla un discurso en el que unas personalidades tan distintas como complementarias completan los vacíos sentimentales que les caracterizan. 



La cinta, rodada con exquisita delicadeza y conjugada como un ejercicio espacio-temporal perfectamente medido, evoluciona al ritmo templado de las adversidades. Sin acelerar las escenas y dejando que el tiempo juegue sus cartas, el film narra en apenas hora y media una historia de más de cinco años que delimita a la perfección la psicología de los personajes. La música de Pascal Gaigne termina de enlazar todos los elementos de un ejercicio de estilo ejemplar.


Rodada íntegramente en euskera y recientemente preseleccionada para representar a España en la categoría de mejor película de habla no inglesa en la 88 edición de los Oscar, la producción ha logrado alcanzar un reconocimiento sustentado en la elegancia de su realización y la sencillez de su guión.

Las flores que tratan de expresar lo que las palabras callan elevan el largometraje a la categoría de esas pequeñas producciones que, sin apenas exposición mediática, logran obtener el éxito que merecen por haber sabido gritar a media voz. Sin adornos, extremismos ni extravagancias, 'Loreak' reivindica la sensibilidad y el mimo hasta consagrarse como una joya inaudita del cine español. 


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