miércoles, 7 de octubre de 2015

Las bicicletas de Take Eat Easy toman Madrid

EXTRA!

Aunque parezca increíble, Madrid una vez fue un pueblo. A partir del siglo IX, la red urbana amplió sus límites hasta convertirse en el compendio de calles variopintas que hoy en día acoge a más de tres millones de habitantes. Desde hace un mes escaso, los mismos barrios que sirvieron de escaparate a musulmanes y nobles castellanos se han visto merodeados por ciclistas de grandes mochilas y gorras negras. Son los repartidores de Take Eat Easy, la compañía de entrega de comida a domicilio en bicicleta que llega a la capital española con intención de quedarse.

El pasado jueves 1 de octubre, el espacio Ciento y Pico de la calle Velarde acogió la presentación de la compañía de origen belga con la presencia del empresario gastronómico Vicente Lorente, poseedor de los restaurantes Meating y La Cesta, locales asociados a la red con la que Take Eat Easy quiere fidelizar la relación entre restaurante y consumidor. Una de las metas de esta plataforma es identificarse con los mejores restaurantes de Madrid logrando que todos los agentes salgan ganando: los locales se benefician de un aumento de ventas sin necesidad de inversión extra, mientras que los repartidores perciben ingresos proporcionales al volumen de trabajo que gestionen y los consumidores disfrutan de sus restaurantes favoritos sin necesidad de moverse.

La empresa debe su existencia a la extenuante rutina laboral de uno de sus fundadores, Adrien Roose, que durante un tiempo se dedicó al sector de la banca, donde disponía de poco tiempo para llevar a cabo comidas de calidad. El actual CEO de Take Eat Easy se alió con su hermana, Chloé Roose, y dos amigos de la infancia, Jean-Christophe Libbrecht y Karim Slaoui, para desarrollar la plataforma, aportando cada uno de ellos algo distinto a un concepto que ya se ha establecido en ciudades como Londres o París.

Pese a que el mercado en España no está tan desarrollado, el 90% de los españoles sigue manteniendo la costumbre de comer en casa. Además, la tendencia en materia de cocina es disponer de cada vez menos tiempo para la elaboración de platos, un problema para, aproximadamente, la mitad de la población. Esto se traduce en un mercado de 2,5 millones de consumidores que se pueden sentir tentados por un nuevo concepto de reparto a domicilio que va más allá de las pizzas o la comida china.


Pastelerías como Mamá Framboise y una sustancial lista de 80 restaurantes con encanto, entre los que se encuentran la hamburguesería Goiko Grill, el local de croquetas y tapas artesanales La Croquetta y la efervescente cocina mediterránea de La Cesta, forman parte de una oferta en trámites de ampliar sus fronteras con nombres tan populares como Hamburguesa Nostra o Aire, especializado en aves.

Son las 22.00 h., tenemos hambre y el simple hecho de dirigirnos hacia la nevera nos produce una inmensa pereza, por lo que decidimos abrir la página o aplicación de Take Eat Easy para disfrutar de una cena deliciosa después de un agotador día de trabajo. El promedio de espera se estima en media hora, dependiendo del tiempo de preparación. Otro factor que influye en la rapidez del envío es la distancia del restaurante al destino. La plataforma geolocaliza nuestra situación para acotar el cálculo del tiempo de entrega. Por ahora, la red de restaurantes de la plataforma reparte en un radio determinado desde el restaurante, por lo que no todos los barrios de Madrid pueden disfrutar del servicio, un aspecto que desde la dirección tratan de mejorar.

La experiencia del emprendedor vasco Vicente Lorente con Take Eat Easy es positiva pese a que, en un primer momento, fuera reacio a contar con ellos. Uno de los aspectos fundamentales que le llevó a decidirse fue la fidelización con el cliente, pues buena parte de los parroquianos se veían privados de sus especialidades a causa de los apabullantes horarios de trabajo. El aspecto ecológico que el reparto en bicicleta fomenta es esencial para preservar las materias primas.

La segunda parte de la presentación llegó al tiempo que los repartidores asaltaban el espacio Ciento y Pico cargados de las exquisiteces de Goiko Grill, Mamá Framboise, La Cesta, el restaurante de fusión Bache o La Croquetta. Toda una experiencia sensorial que estuvo amenizada por las gratas conversaciones que los responsables de la plataforma y la organización ofrecían. A falta de comprobar empíricamente la filosofía de la compañía, se trata de una original vuelta a los orígenes de la cocina y la vida saludable.

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