miércoles, 25 de noviembre de 2015

Testimonios de guerra en Conde Duque

EXTRA!

El poder de una imagen en la sociedad de la información actual viene delimitado por el enfrentamiento con la realidad y la capacidad de pensar con sangre fría. Capturar el momento en un dispositivo convierte al ser humano en testigo de los desastres que acontecen a su alrededor, obligándole a arriesgar su vida y a llevar la situación al límite para poder convertir los hechos ocultos en verdades contrastadas.

El Centro Cultural Conde Duque exhibe hasta el próximo 31 de enero 'Upfront',  una producción de Cooperación Española y el Instituto Cervantes que presenta el trabajo de más de una veintena de reporteros hispanos que se jugaron la vida por conseguir retratar la verdad desconocida. Plasmando en las instantáneas el horror de Haití, Líbano o Pakistán, los fotógrafos establecen un diálogo intrínseco entre las imágenes, donde las masacres y la rutina del dolor se establecen como constante vital.

Una agobiante oscuridad se ciñe sobre los visitantes, que en forma de lienzos abismales sensibilizan acerca de lo que ocurre en España y más allá de nuestras fronteras. Las instantáneas, enmarcadas en una atmósfera de sobredosis informativa, ofrecen detalles situacionales en una pantalla en blanco que cae en el olvido en el momento en el que la fotografía se convierte en protagonista. La información queda relegada a un segundo plano.

Compuesta por 74 imágenes, tres vídeos, un libro y un poema de la escritora andaluza Gracia Morales, la muestra hace un recorrido experimental por las guerras actuales y las circunstancias que rodean a todos aquellos que decidieron captar el horror a través de sus cámaras. La inquietante banda sonora, compuesta por Mario Lozano, forja con agudeza un ambiente bélico en el que los conflictos encuentran su representación. El contexto, totalmente adaptado a la temática exhibida, traslada a los espectadores el agobio y riesgo al que los fotógrafos están continuamente expuestos.


La selección de fotografías, elegidas por el reportero madrileño Ramiro Villapadierna, plantea una dicotomía entre lo cercano y lo lejano, oponiendo las plegarias a las armas y reflejando la desolación de las familias ante el inevitable dolor de la pérdida. Las instantáneas se han convertido en portadas de prensa de todo el mundo, en medios como The New York Times o Le Figaro, y han sido galardonadas con premios internacionales como el Pulitzer o el World Press Photo.

Las imágenes dan reconocimiento a las personalidades que esconden su rostro tras un objetivo para dar voz al mundo silenciado. Ejecutadas en color y desde diferentes ángulos, fuerzan una lectura punzante que dirige la mirada del público hasta asumir la figura del fotorreportero como algo esencial para comprender la importancia de la documentación gráfica a la hora de ilustrar los horrores de la guerra.

Una visión cruda sobre las consecuencias de los mayores conflictos mundiales rinde homenaje a todos aquellos que, sin más armas que una cámara fotográfica, se enfrentaron a lo injusto. Rescatando los testimonios visuales de los que siguen ejerciendo y de los que perdieron la vida por tratar de revelar las tragedias globales, la exposición constituye un testimonio arduo y concienciado que eleva la profesión del fotorreportero a la posición que merece tener.


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