EXTRA!

Llega la Navidad y con ella las copiosas cenas familiares
en las que, por mucho que el cuñado coma hasta reventar, hay platos que acaban
medio llenos. Las cifras son alarmantes: el 25% de la comida que preparamos en
las fiestas navideñas acaba en la basura. Sabiendo que no está la vida como
para desperdiciar alimentos, sería una actitud responsable plantearse cómo reutilizar
esa comida, aumentando nuestra imaginación y permitiéndonos ahorrar un poco.
No son pocos los tips que
pueden servirnos. Por ejemplo, separar las manzanas del resto de frutas para
evitar que maduren pronto o hacer una lasaña picando las sobras, juntándolas en
un recipiente donde vertamos un huevo y queso por encima para posteriormente
gratinarlo al horno hasta que esté bien doradito. Al final, todo es cuestión de
planificar, calcular y reciclar lo que aún nos sirve.
Cuando vamos al supermercado solemos comprar por encima de lo
que consumimos, algo que se incrementa cuando lo último que queremos es que
nadie se quede con hambre en esas cenas en las que se reúne toda la familia para brindar por los últimos meses vividos y el nuevo año que nace. Sigue apuntando
entonces: puedes rallar el queso que sobre y guardarlo en una bolsa de
conservación, apuntar las fechas de caducidad y consumo preferente de los
alimentos para establecer una lista de prioridades y hacer sopas, albóndigas o
deliciosos postres como torrijas de leche con el pan que sobre.
Con ideas como estas, IKEA trata de amueblarnos la cabeza y
ayudarnos a aprovechar la comida, apostando porque otra Navidad es posible. Se
trata, en definitiva, de pequeños cambios que introducir en nuestras vidas para
gestionar mejor nuestros recursos. Cocina con el corazón pero también con la
cabeza. Verás qué bien sienta.
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