Tu medio digital sobre ocio y cultura en Madrid

miércoles, 23 de diciembre de 2015

El coqueteo lírico de Natalia Millán

EXTRA! 

Hay intérpretes que fascinan con su magia y desdoblamiento cuando se suben a las tablas. Natalia Millán puede presumir de ello: la vimos brillar en musicales como 'Cabaret' o 'Chicago', enmudecernos en 'Cinco horas con Mario' y nos hizo mordernos las uñas esperando el siguiente capítulo de series de televisión como 'El internado' o la reciente 'Velvet'. Cantante, bailarina y actriz, del 18 de diciembre al 17 de enero se convierte con maestría en Hanna Glawari, una mujer que hereda una gran fortuna cuando se queda viuda a la que todos los hombres quieren seducir, en la Sala Roja de los Teatros del Canal.

Tras un intento fallido que habría protagonizado la prestigiosa actriz de musicales Paloma San Basilio, 'La viuda alegre' se estrena en Madrid con dirección de Emilio Sagi, música en directo del Ensemble Orquesta Sinfónica Verum y dirección musical de Jordi López. Tras triunfar el pasado mes de mayo en el Teatro Arriaga de Bilbao, la famosa opereta con música de Franz Lehár y libreto de Viktor Léon y Leo Stein se convierte en un musical que aporta mayor autonomía a su protagonista y un cambio de tono que se aleja de la rigidez del género original para hacer más amena la experiencia del público.

Junto a Natalia Millán se encuentran habituales del musical patrio, como Guido Balzaretti (Camille) y Silvia Luchetti (Valencienne), pareja que entrega algunas de las escenas más románticas al encontrarse inmersa en una aventura condenada al fracaso. Aparte de una elegante y acertadísima Millán, el barítono Antonio Torres embelesa al espectador con un chorro de voz espectacular en la piel del apuesto Conde Danilo. El trabajo del equipo de bailarines, que además de actuar también ejerce de coro, es ejemplar. Ni un fallo o sugerencia que hacer el elenco de una pieza de 90 minutos que se divide en tres actos sin necesidad de intermedio.


Con un texto ágil como pocos hemos visto, no hay una sola escena de más. El reencuentro entre dos antiguos enamorados sirve de pistoletazo de salida a un enredo en el que una opulenta escenografía sitúa al espectador por los distintos escenarios en los que se va llevando a cabo la historia. Bellísimo el vestuario de Renata Schussheim, así como el maquillaje y la peluquería de Anitz Hair Machine. Gracias al trabajo de ambas, el espectador se siente en el París de los años 30 sin esfuerzo alguno. Falta, eso sí, cierta profundidad o desarrollo en el texto que nos permita conocer mejor a los protagonistas, algo costoso teniendo en cuenta la duración ajustada de la producción.

La orquesta está fantástica, con melodías acompañando buena parte de la función. Se nota que la partitura se ha adaptado a las voces de los artistas, huyendo de la exigencia lírica de la pieza original para adecuarse a los códigos del teatro musical sin que esto suponga una pérdida de calidad. Las coreografías de Nuria Castejón se ejecutan con gran precisión, sumando espectacularidad a la obra.

Amena, lujosa y también ligera, 'La viuda alegre' se convierte en un espectáculo idóneo para estas Navidades, llevando el gran musical más allá de la Gran Vía, sin tener nada que envidiar a los títulos que hoy forman parte de su cartelera. El amor, la codicia y la alegría se mezclan en una pieza recomendable para toda la familia en la que las risas y la sonrisa constante están aseguradas. El glamour y la seducción todo lo pueden.

No hay comentarios:

Publicar un comentario