viernes, 29 de enero de 2016

Cuando tres no son multitud

EXTRA! 

Un hombre y una mujer, dos hombres o dos mujeres. La sociedad va aceptando que las parejas estén formadas por un par de individuos sin que importe su sexo, aunque a un tercero, como en el refrán, se le considera multitud. Pero qué pasa cuando, lejos de desestabilizar la relación, ese tercer elemento la refuerza y complementa a la perfección. Esta hipótesis tan poco conocida no resulta descabellada en  la producción teatral 'Una noche como aquella'.

Estrenada el pasado 21 de enero en la sala off del Teatro Lara, la obra puede verse cada jueves a las 20.15 h. hasta el próximo 24 de marzo. Además, lleva siete meses representándose en Nave 73 y seguirá haciéndolo los sábados a las 22.30 h. Escrita por Nacho Redondo y dirigida por Chos, la trama introduce al espectador en una gran amistad que deriva en una intensa aventura repleta de amor, sexo y una complicidad desbordante.

Una noche como cualquier otra, Patricia (Nahia Láiz), Marcos (Nacho López) y Juanlu (Nacho Redondo) se reúnen para tomar algo. Son tres amigos que se conocen desde la infancia y que continúan viéndose con frecuencia. Como suelen hacer para pasar el tiempo, juegan a elegir entre dos opciones donde no valen medias tintas. Todo son risas hasta que uno de ellos, entre la inocencia y la picardía, lanza una pregunta comprometida: ¿preferirían hacer una vez un trío entre ellos o hacerlos de forma constante con personas desconocidas?


Dos de los personajes responden sin dudar y, aunque al último le cuesta algo más, entre enfadado y desconcertado, se deja llevar. Lo que comienza como un simple juego desata una pasión que no saben adónde les llevará pero que, por el momento, tampoco les preocupa. Su relación a tres llega a tal punto que, en lugar de inquietarles, lo único que les hace es arrepentirse de no haberlo intentado antes.

Aunque a ellos les parezca una situación ideal a la que no quieren dar mayor importancia, deberán enfrentarse a los prejuicios de quienes les rodean: cuestiones como el qué dirán, las dudas sobre si deben contarlo o no y el cómo reaccionarán sus propios familiares comienzan a marcar su día a día. A pesar de que suele decirse aquello de que cuantos más, mejor, eso añade más complicaciones a la hora de llegar a un acuerdo.

Los tres actores tienen tanta confianza y química entre sí que logran formar una familia en la que todo se desarrolla de manera natural con la aceptación y empatía de un público al que se ganan con su simpatía y bromas. Ana Pi, la chica del parque que toca la guitarra durante la función, continuará como cómplice de los protagonistas mientras se encarga de ambientar la sala con su música. 'Una noche como aquella' muestra, en definitiva, una forma de entender el amor en la que lo único que cambia es el número.


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