
Lo único que le falta a muchas personas inteligentes es serlo lo suficiente como para perseguir sus sueños sin que nadie pueda frenarlas. Hay que luchar contra quienes menosprecian aquello que deseamos desde lo más profundo, sabiendo que esos pensamientos que nos crean dudas paralizan como una enfermedad de la que el hombre es víctima constante. Porque si uno quiere, puede.
Cazar o ser cazado, se plantea la nueva campaña del famoso licor de hierbas Jägermeister, que se supera llevando a cabo un spot que combina por primera vez tatuajes reales con animación. Tras seleccionar a cien personas dispuestas a tatuarse un dibujo indeterminado, la marca presenta un anuncio dirigido por Ernest Desumbila, con música de la banda catalana de música garage The Saurs, que transforma los tattoos en frames sin que el espectador note los saltos en un montaje espléndido.
Convertirnos en protagonistas de nuestra historia y luchar en vez de lamentarse por no haberlo intentado son algunos de los mensajes que hablan directamente a un espectador al que se anima a ser fiel a lo que está escrito en su piel para entender por qué la vida le ha elegido para formar parte de este mundo. Estar a la altura es, por tanto, una responsabilidad más que una opción.
Con la pasión y la constancia por bandera, la marca alemana Jägermeister fusiona el arte del equipo de Ondo Tattoo y del estudio de animación Sauvage.tv en una pieza creada para sorprender mediante la transgresión, autenticidad y cercanía de la que presume la séptima marca de bebidas premium espirituosas más vendida del mundo. La combinación de matices dulces y amargos creados a partir de 56 ingredientes naturales logra un sabor tan particular como la estética de una campaña que culmina con un brindis entre amigos por esos momentos que Jäger convierte en extraordinarios.
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