martes, 5 de abril de 2016

El poder de la pureza

EXTRA!

A través de la compasión y el amor de un corazón puro regresa al Teatro Real una de las óperas más majestuosas, 'Parsifal', del mítico compositor alemán Richard Wagner. Su última obra se representa en 10 funciones que tendrán lugar entre los días 2 y 30 de abril dentro de un ciclo que, en palabras del director artístico del emblemático coliseo, Joan Matabosch, refleja 'el arte como evasión y rebeldía en tiempos de dolor, opresión y desaliento'. Filosófica, simbólica, mística, compleja e inigualable, la pieza original deja atrás su estilo épico medieval para adentrarse en el siglo XXI a través de un sanatorio, sus pacientes y la protección del Santo Grial.

Durante algo más de cinco horas divididas en tres actos y dos intermedios de 25 minutos, la música parece fluir sin principio ni final. Sobre el escenario, Gurnemanz (Franz Josef Selig) ayuda a un lisiado Amfortas (Detlef Roth), herido en su vientre por la espada sagrada de Montsalvat, en manos de Klingsor (Evgeny Nikitin). De repente, uno de los cisnes sagrados es asesinado por Parsifal (Christian Elsner) y, tratado como un desconocido, es expulsado del edificio. Sin embargo, una de las internas, Kundry (Anja Kampe), conoce un pasado que ni él mismo es capaz de recordar. La sangre corre por las manos de Amfortas y Parsifal no duda en dirigirse al castillo de Klingsor. Allí, Kundry, bajo los efectos de un maleficio, tendrá que seducir al protagonista, puesto que su inocencia y bondad le convierten en un ser peligroso.

Con influencias obvias del cristianismo, la historia también se empapa de tintes budistas fruto del interés del compositor por los escritos del filólogo francés Eugène Burnouf. No obstante, Wagner logró construir un trabajo totalmente atemporal donde las reflexiones que se desprenden bien podrían ser una feroz crítica a estos años de inestabilidad. En esta nueva lectura, ambientada en el periodo de entreguerras de los años 20, el director de escena alemán Claus Guth apuesta por la sobriedad y originalidad sin perder ni un ápice de la esencia del clásico, mientras que el realizador Christoph Zauner se encarga de trasladar el montaje original a las tablas del Real.


La obra da comienzo con una proyección audiovisual en un telón semitransparente, dejando entrever los pies de una persona que anda a través del campo. Precisamente este recurso ambienta un escenario giratorio, labor del figurinista germano Christian Schmidt, en el que se alza un edificio con cuatro espacios bien diferenciados que otorgan un gran dinamismo al extenso transcurso de la narración. Atrás quedan los caballeros armados, aunque el relato sigue siendo tan fascinante y absorbente como siempre, sobre todo por la labor del afamado director de orquesta ruso Semyon Bychkov, gracias al que la música parece resplandecer de forma única, rugiendo en su clímax y arrastrando al espectador por una dramática tragedia de la que es testigo.

El elenco cuenta con el gran potencial de Elsner en el papel protagonista, un hombre perdido que ni siquiera conoce su propio nombre. Especialmente dramática es la aportación de Kampe como la polifacética Kundry, a quien no solo da voz, sino que le otorga un alma atormentada que acude al consuelo y a la búsqueda del perdón. Roth, Selig y Ante Jerkunica, como Tituriel, completan un reparto de lujo que logra envolver el espacio con el poder de sus espléndidas interpretaciones.

Pocas óperas existen como la cautivadora 'Parsifal', que se convierte en una cita ineludible en la agenda de la capital. Revestida con ropajes más actuales, la producción se presenta más wagneriana que nunca, dejando un poso dolorosamente reflexivo. Por mucho tiempo que pase, el ser humano sigue dejándose llevar por sus vilezas y miserias más repugnantes, por una violencia que siempre desemboca en la destrucción. Tal vez el compositor fuese un visionario o simplemente un ser humano demasiado perspicaz como para conocer la verdadera esencia de este mundo, pero lo que sí es cierto es que la majestuosidad de la obra no puede ser más contemporánea.


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