Tu medio digital sobre ocio y cultura en Madrid

jueves, 26 de mayo de 2016

Del blanco al negro con 'Moisés y Aarón'

EXTRA!

Que la expresión a través del arte sea una vía de escape a las obsesiones del creador es un hecho tan extendido como la polémica que el prestigioso compositor australiano Arnold Schönberg desató en el panorama musical de principios del siglo XX al promulgar sus ideas sobre el dodecafonismo. A diferencia de la música popular, articulada en torno a una nota dominante, la escala dodecafónica imprime en todas ellas la misma importancia, dando como resultado una atonalidad libre de estructuras repetidas.

La ópera en tres actos 'Moisés y Aarón', que data de 1932 pero quedó inconclusa, se debe enteramente a esta revolución en la tonalidad de la que el maestro austriaco es pionero. La versión del Teatro Real de Madrid, con dirección musical de Lothar Koenigs y escenografía de Romeo Castellucci, se representa hasta el próximo 17 de junio en la capital. Más de 400 profesionales entre elenco y técnicos participan en una ambiciosa producción que el coliseo madrileño ha desarrollado en colaboración con la Ópera de París.

El argumento emana del Éxodo de la Biblia, a partir del momento en que el pastor Moisés es elegido por un nuevo dios como profeta de su pueblo para liberarlo de la opresión egipcia. El camino pasará porque los israelitas abandonen el materialista credo faraónico y se conviertan a una religión liderada por un dios irrepresentable y todopoderoso.

El paralelismo entre la obra y el propio autor se refleja en el papel revolucionario de sus protagonistas. Por una parte, Moisés debe convencer al pueblo hebreo de que una religión mejor les espera. Por otra, Schönberg rompe con las estructuras clásicas de la música centroeuropea para alumbrar una nueva escuela musical. Moisés y Schönberg son compañeros en el exilio: de la misma manera que Moisés debe huir con su hermano Aarón por el desierto hacia la Tierra Prometida, el compositor fue, tras concluir la primera guerra mundial, un exiliado judío que escapó del gobierno antisemita de Hitler, pasando por países como la antigua Prusia o España, antes de morir en Los Ángeles en 1951.

Por estas y otras razones, 'Moisés y Aarón' es la obra más simbólica del músico austriaco, algo que aprovecha el director de escena para poner en pie una sobrecogedora escenografía con el blanco y el negro como protagonistas. La dualidad de los colores representa las distintas naturalezas de Moisés y de su hermano Aarón. Aunque Moisés posea la idea de un nuevo credo, el don de la palabra y el carisma forman parte de la personalidad de Aarón. Por eso, el uno sin el otro no podrá acometer con éxito la tarea liberadora.


Las asignaciones cromáticas se suceden a lo largo de toda la obra como si de una batalla se tratase. Poseído por una visión futurista, Castellucci utiliza recursos que van desde el agua a la desnudez pasando por ríos de tinta y un auténtico toro, apodado Easy Rider, que ha desatado la indignación entre los colectivos animalistas por las dudas sobre sus cuidados e impertérrita mansedumbre sobre las tablas.

Considerado como uno de los más experimentales escenógrafos contemporáneos, Castellucci se defiende de la crítica haciendo alusión a la artificialidad con la que la sociedad urbanita se relaciona con los animales. Polémica a un lado, los recursos elegidos por el italiano convierten la ópera en un espectáculo perfectamente tangible y bello, acorde con la idea de que toda experiencia estética implica un pasaje de dolor.

En el plano estrictamente musical, las voces de los protagonistas, bajo-barítono y tenor para Moisés y Aarón, respectivamente, lucen corpulentas y brillantes. El papel de Moisés corresponde al alemán Albert Dohmen, especializado en el repertorio wagneriano, que desde el año 1991 colabora como artista libre en teatros de ópera de todo el mundo. En su papel se alterna el canto con el habla, algo que Schönberg utiliza como metáfora de las carencias persuasivas del personaje. En cambio, las intervenciones de Aarón están dotadas de un heroísmo pagano que vuelve a demostrar la complementariedad de los personajes. De representar este papel se encarga el inglés John Graham-Hall, que destaca por su faceta meramente interpretativa.

'Moisés y Aarón' se alza como una obra de argumento sencillo pero profundo simbolismo que cautiva al espectador en la misma medida en que se configura como un interesante objeto de estudio. La versión escenificada del Teatro Real es, en definitiva, una oportunidad para acercarse al universo de Schönberg en algo menos de dos horas y descubrir una de las óperas clave del siglo XX.

No hay comentarios:

Publicar un comentario