Italia es un país que cuenta con una enorme riqueza cultural, de arraigadas costumbres y tradiciones, con una marcada personalidad que define el estilo de vida de sus ciudadanos, a los que apasiona la gastronomía. Pasta y pizza son dos palabras que indudablemente aparecen en nuestra mente cuando pensamos en el país de la bota. Su gran diversidad culinaria refleja la variedad cultural de cada una de sus regiones, todas ellas con un plato típico donde coexisten olores y sabores del mediterráneo. Para los amantes del buen comer es todo un deleite disfrutar de esta cocina tradicional con un carácter tan definido.
A dos pasos del Retiro y del Museo del Prado, en el número 15 de la Calle Moreto, se encuentra la Trattoria Sant Arcangelo, un restaurante con sello italiano donde uno puede sentirse en casa della Mamma saboreando una pasta fresca, en Nápoles mientras degusta una pizza o en Venecia con un rico tiramisú. Con más de 20 años de experiencia, hablamos de uno de los mayores referentes de la cocina italiana en la capital. El acogedor y precioso local de diferentes alturas está decorado por uno de los diseñadores españoles más importantes, Pascua Ortega, que ha sabido plasmar el espíritu italiano en una atmósfera relajada con alusiones a la tradicional pasta en sus paredes.
La carta del elegante local está llena de referencias a las diferentes regiones del país, ofreciendo en sus platos recetas que han perdurado a lo largo del tiempo, transformándolas y redefiniéndolas sin perder el alma italiana. Un buen número de pastas, arroces, carnes o pizzas con el auténtico sabor de las clásicas trattorias italianas dominan una selección de platos perfectos para combinar con nuestros compañeros de mesa.
Es recomendable abrir boca con opciones como el carpaccio, unas finas lonchas de carne de buey servidas con una pequeña ensalada verde y láminas de parmesano rociadas con aceite de oliva virgen y unas gotas de limón verde o la provola de misticanza, un cremoso queso italiano fundido, acompañado de una mezcla de hojas verdes de temporada, aderezada con aceite de oliva y una crema de vinagre balsámico. Entre sus entrantes, destaca el vitello tonato, un fino corte de redondo de ternera cocinado a fuego lento
en caldo casero y vino blanco, servido con salsa de atún, anchoas y alcaparras. No hay que perder de vista la burrata, una mozarella fresca de búfala acompañada de tomates confitados.

Nos faltan los sinónimos de exquisito para hablar del risotto al funghi que preparan en Sant Arcangelo, de gran suavidad y rehogado con setas boletus edulis y aroma de trufa blanca de Alba. Probablemente, la mejor elección de nuestra visita. Tampoco nos olvidamos del gnocchi al gorgonzola e noci, una masa fresca hecha a base de patatas y harina fina, servida
con salsa de queso gorgonzola y rociada con nueces crujientes. Los amantes del vino acertarán si acompañan cualquiera de estas dos delicias con una copa de vino blanco Vacceos, el verdejo recomendado por la casa.
Antes de volver a la realidad conviene caer en la tentación de postres como el tiramisú, un postre frío de cuchara montado en capas que en el local elaboran con sumo gusto. Los profiteroles, las tartas y las creps variadas también harán temblar los cimientos de las últimas dietas de moda. La frescura de los ingredientes se nota hasta la última cucharada. La diferencia entre un postre casero y uno industrial es abismal.
Los platos del restaurante han sido diseñados por el chef Manuel Luna, especializado en cocina italiana y con experiencia en restaurantes como Vulcano, Spizzico o Trattoria San Paolo. El prestigioso chef madrileño Andrés Madrigal ha puesto su granito de arena, elaborando un menú especial compuesto por tres platos que reinterpretan la gastronomía italiana añadiendo un toque original. Por un precio de 19,90 euros (IVA y bebida no incluidos), el comensal podrá degustar un festín que no le dejará con hambre.
El local cuenta con un servicio de take away para aquellos que prefieran disfrutar de sus platos en el salón de su casa. De lunes a domingos (de 12.00 a 16.00 h. y de 20.00 a 24.00 h.) puede disfrutarse de Sant Arcangelo por un precio medio de 25 euros por comensal. El 30% de descuento en carta que ofrece El Tenedor anima todavía más a realizar una reserva y disfrutar de un distinguido restaurante en uno de los barrios más distinguidos de Madrid.
Antes de volver a la realidad conviene caer en la tentación de postres como el tiramisú, un postre frío de cuchara montado en capas que en el local elaboran con sumo gusto. Los profiteroles, las tartas y las creps variadas también harán temblar los cimientos de las últimas dietas de moda. La frescura de los ingredientes se nota hasta la última cucharada. La diferencia entre un postre casero y uno industrial es abismal.
Los platos del restaurante han sido diseñados por el chef Manuel Luna, especializado en cocina italiana y con experiencia en restaurantes como Vulcano, Spizzico o Trattoria San Paolo. El prestigioso chef madrileño Andrés Madrigal ha puesto su granito de arena, elaborando un menú especial compuesto por tres platos que reinterpretan la gastronomía italiana añadiendo un toque original. Por un precio de 19,90 euros (IVA y bebida no incluidos), el comensal podrá degustar un festín que no le dejará con hambre.
El local cuenta con un servicio de take away para aquellos que prefieran disfrutar de sus platos en el salón de su casa. De lunes a domingos (de 12.00 a 16.00 h. y de 20.00 a 24.00 h.) puede disfrutarse de Sant Arcangelo por un precio medio de 25 euros por comensal. El 30% de descuento en carta que ofrece El Tenedor anima todavía más a realizar una reserva y disfrutar de un distinguido restaurante en uno de los barrios más distinguidos de Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario