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martes, 31 de mayo de 2016

Todos hablan de Oven

EXTRA!

No resulta sencillo elegir un restaurante en una ciudad del tamaño de Madrid: en cada calle se abre un abanico de posibilidades que atrae al paseante entre recomendaciones de amigos y webs de referencia, algo que en los últimos años ha comido terreno a los carteles que, cada vez menos, se exponen en la entrada y aledaños de los locales de la capital. Será difícil atraer clientela si las opiniones en páginas como Tripadvisor o El Tenedor hablan más de carencias que de logros. Por suerte, las nuevas tecnologías dan más que quitan, haciendo del boca-oreja la mejor de las suertes.

Ôven Mozzarella Bar abrió sus puertas en octubre de 2015 en plena Gran Vía, un riesgo que se convirtió en acierto en cuanto los primeros comensales corrieron la voz de que había llegado a la ciudad un italiano con materia prima excelente, precio ajustado y diferentes ambientes. Situado frente al famoso edificio Grassy, en el número 6, su horario ininterrumpido de cocina (de 12.30 a 00.00 h.), el exquisito trato del personal y el proceso de elaboración artesanal de sus productos son algunas de las claves de un éxito que cuenta con la asesoría del chef Fabio Morisi, presentador de Canal Cocina y profesor en el conocido concurso de cocina Masterchef.

El suyo es un ejemplo de la transformación que la oferta gastronómica de la capital está viviendo últimamente, conjugando una perfecta ubicación, un buen diseño (mérito del estudio de arquitectura Proyecto Singular) y un producto intachable. Las dos plantas del local cuentan con amplios ventanales, además de un ascensor que facilita el acceso al comensal con problemas de movilidad. Abajo, un horno de piedra de alta gama forjado en Italia; arriba, un gran espacio diáfano con mesas frente a una barra con mesas altas que sirve como zona de espera y coctelería. Los viernes y sábados por la noche, un DJ ameniza las primeras horas de la madrugada. Hasta los baños tienen estilo: recuerdan a las antiguas ruinas, con vasijas elevadas ejerciendo de lavabos y ladrillo recuperado del propio edificio.

Ôven, que suma otros tres locales en Fuencarral, en Atocha y en Las Tablas, cuenta con una carta en la que las burratas y mozzarellas artesanales procedentes de Italia hacen las delicias de los amantes del queso. Un regalo para el paladar la Burrata Ôven, elaborada con tomate, mezcla de lechugas gourmet, aceite de oliva, pimienta rosa, uvas de temporada, fresas y salsa pesto. Según explican los empleados del restaurante, la mozzarella proviene de queseros de la Denominación de Origen protegida de Capana, elaborada con leche de búfala.


Punto y aparte para sus pastas, elaboradas con un grano de alto valor nutritivo que mantiene sus componentes esenciales en el molido que, junto a su lento proceso de secado a baja temperatura, garantiza una pasta consistente, siempre al dente y perfecta para todos los acompañamientos. Entre la oferta del establecimiento, la parpadelle de trufas y setas o el rigatoni al horno destacan entre los clientes habituales. Todos los platos llegan calientes a la mesa, presentados con elegancia y en cantidades suficientes.

Entre las pizzas de Ôven se encuentran las clásicas diábola (con peperoni y aji amarillo) o la pampera (con discos de calabacín, tomate natural, provolone, bacon y orégano) frente a creaciones propias como una gustosísima variedad de trufa y huevo, con base de bolestus, mezcla de setas, huevo de corral al tartufo y aceite de trufa. La diferencia con otros italianos es abismal. Puede que el secreto resida en una masa que se elabora a partir de la mezcla de tres harinas italianas que, tras fermentar durante 48 horas, consigue una masa fina, ligera y digestiva.

La bodega y los postres mantienen la calidad. Aunque la carta de vinos no es extensa, entre sus referencias se encuentra un refinado rosado Solo Centifolia, sedoso y aromático, ideal para acompañar los platos. El tiramisú o la panna cotta son algunos de los bocados dulces con los que el almuerzo conseguirá la matrícula de honor. Todos ellos caseros, se elaboran a diario en el propio restaurante según recetas italianas clásicas. Un consejo: no te vayas sin probar la galleta de chocolate al horno con helado de stracciatella y sirope de chocolate llamada biscotti al horno. Nos lo agradecerás.

La carta del restaurante incorpora nuevos platos cada seis meses, aunque el precio medio ronda los 20 euros, con un recomendable menú del día (mediodía de lunes a viernes) a 11,90 (IVA incluido) que incluye primer y segundo plato a elegir, con bebida, postre y café. La fusión de ambiente ecléctico y producto de categoría convierten Ôven en una opción destacable para disfrutar de la gastronomía italiana en el centro de la ciudad. Cuando lo pruebes descubrirás por qué todos hablan de él.

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