jueves, 2 de junio de 2016

Hot dogs de autor en Paperboy

EXTRA!

Una pausa en el trabajo, un respiro después de una tarde de compras o el espíritu cosmopolita de quien quiere descubrir los mejores locales de la ciudad. Cualquier excusa es buena para probar los originales hot dogs de Paperboy, un concepto nacido a principios de 2016 en Nuevos Ministerios que hoy prosigue su camino en un local más amplio en el número 11 de la calle Luchana, a dos pasos de la estación de metro Bilbao. Mantiene, eso sí, una decoración neutra en madera clara de palets, lo que le confiere un aire informal apto para cualquier hora.

Tomando prestados los títulos de diarios de cabecera como 'The Korea Times', 'El Nacional' o 'New York Times', el local juega a representar, a través de sus sabores, las características clave de cada periódico. Cabe destacar la opción vegetariana de las salchichas, sustituyendo la tradicional Frankfurt por una pieza contundente de tofu. Las variedades Bratwurst, de ternera (Chicago), de pollo (Frikandel) o el tamaño XXL son otras opciones disponibles a la hora de configurar el menú, siempre acompañado de exquisitas patatas fritasReseñable, del mismo modo, el pan artesanal con el que se presenta cada perrito.

La mezcla de queso cheddar, cebolla caramelizada, bacon, salsa barbacoa y salsa editorial, cuya composición es un secreto custodiado por el chef y gerente del local, el venezolano Alfonso Bortone, convierten al New York Times en una de las elecciones más habituales entre los comensalesSi lo que se quiere es probar el hot dog al más puro estilo callejero de Caracas, será buena idea optar por El Nacional, con patatas paja, cebolla picada, repollo, zanahoria, salsa de ajo y queso en polvo.


Resulta reconfortante encontrar las cervezas artesanales de La Virgen en un local defensor del fingerfood, lo que significa que la apuesta por la comida rápida de calidad gana terreno en la ciudad. El precio medio del ticket ronda los 15 euros. Redondean la carta entrantes como los palitos de queso al estilo venezolano denominados tequeños y suculentos postres entre los que destaca la cookie rubia con chispas de chocolate belga y helado de stracciatella.

Con un horario amplio de comidas y cenas, Paperboy se impone como un espacio fresco en una de las zonas más vibrantes de la capital. Su estilo informal, el gusto de comer con las manos y su sabrosa carta lo convierten en una opción nada desdeñable para dejarse llevar por la misma espontaneidad del chico que repartía los periódicos cada mañana subido en su bicicleta. De ahí el nombre de un local que nos ha conquistado.


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