viernes, 8 de julio de 2016

Sobre la memoria de Europa y los que no olvidan

ATLÁNTIDA FILM FEST

Nadie se cuestiona el valor del cine como herramienta educativa y hasta sanadora cuando las sociedades no son capaces de reconocer ni reconciliarse con su historia. Si el pasado pesa, el porvenir no es mucho más alentador con guerras silenciadas, conflictos a los que nos volvemos indiferentes por la constante exposición a la violencia en los medios y problemas sociales a los que preferimos no mirar de frente. El Atlántida Film Fest presenta, hasta el próximo 27 de julio, 45 películas y 17 cortos que nos obligan a cuestionarnos las bondades de nuestros antepasados y coetáneos. Por sólo 20 euros, grandes dosis contra el olvido en la plataforma de cine online Filmin. Como cada viernes, reseñamos cinco de estas producciones.

TUS DATOS, SU NEGOCIO
Estela Cayón

Todos nos imaginamos los tejemanejes que ocurren en el ámbito político cuando se trata de adoptar o modificar leyes. Muchas son las partes implicadas: instituciones, organizaciones civiles, grandes empresas, grupos de interés… Todos intentan influir para que las regulaciones no les perjudiquen o directamente les beneficien. De eso habla David Bernet en el documental 'Democracy', una producción del año 2015 que muestra las negociaciones y el proceso que desde hace años está teniendo lugar para modificar la ley de protección de datos en la Unión Europea.

Con el objetivo de garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos en un mundo globalizado, el europarlamentario del grupo de Los Verdes / Alianza Libre Europea y protagonista de este proyecto, Jan Philipp Albrecht, desarrolló un arduo y largo trabajo como ponente encargado de desarrollar esta legislación. El proceso aún continúa. Con una cuidada fotografía en blanco y negro, 'Democracyes una muestra de cómo funciona el aparato político de esta unión de países que, si bien no tiene la agilidad deseada, nos ofrece cierta esperanza a la hora de proteger los derechos de los ciudadanos. Al menos, a través de este documental. 7/10.

LA PERTURBADORA SIMIENTE DEL FASCISMO
Belén Calvín

Francia, 1919. Un hombre americano es enviado a participar en las negociaciones del Tratado de Versalles que pondrá fin a la Primera Guerra Mundial. Con él se trasladan su mujer e hijo. Un caserón oscuro y tétrico propio del tenebrismo de Caravaggio. Una banda sonora que genera un ambiente incómodo y asfixiante. Un niño con cara de ángel, cuyas rabietas estructuran los tres actos que constituyen el largometraje. Una atmósfera de pesadilla y unos padres autoritarios y distantes que delegan las muestras de afecto en criadas e institutrices. Este es el caldo de cultivo que origina la personalidad de un líder dictatorial según 'The Childhood of a Leader', el debut en la dirección del actor estadounidense Brady Corbet. La conexión con sus anteriores trabajos en las películas de Michael Haneke y Lars Von Trier acude pronto a la mente del espectador.

Una cuidada fotografía y la inquietante banda sonora de Scott Walker sirven de envoltorio perfecto para una historia más simple de lo que cabría esperar, sin dejar por ello de resultar un ejercicio interesante y un debut reseñable. Con un reparto lleno de rostros conocidos, destacan la aplaudida protagonista de 'The Artist', Berenice Bejo, y Tom Sweet, dando vida a esa relación imposible entre madre e hijo. El reparto lo completan un Liam Cunningham correcto (muy en la mente de los espectadores tras su papel como Sir Davos en 'Juego de Tronos'), una dulce y delicada Steicy Martin, que también trabajó junto a Lars Von Trier en 'Nymphomaniac' y el siempre anodino Robert Pattinson encarnando a un personaje que no se deja ver demasiado pero sí deja caer una de las reflexiones más interesantes del film: 'esa es la tragedia de la guerra: no que un hombre tenga el valor de ser malvado, sino que tantos otros no tengan el valor de ser buenos'. Mientras, la película conduce al espectador a hacerse una pregunta: ¿un líder nace o se hace? 6/10.

¿VÍCTIMA O VERDUGO?
Bárbara Sarmentera

Desde el norte de Europa llega una de las películas más destacadas de la edición 2015 del Festival de Cannes. Dirigida por el realizador sueco Magnus von Horn, 'The Here After' narra la ansiada vuelta a casa de John (Ulrik Munther), un adolescente que pasó dos años en un reformatorio cumpliendo condena por asesinato. A su llegada se encuentra a un padre desbordado por la situación y una comunidad que, salvo pequeñas excepciones, no se siente preparada para perdonar lo que hizo. Mientras el chico intenta adaptarse de nuevo a su hogar, los que le rodean se esfuerzan en intentar que abandone el pueblo a través de todo tipo de acoso.

Con un gélido personaje que atrapa desde el primer minuto, el espectador se enfrenta a un ambiente cargado de pesimismo acompañado de planos largos que acentúan una constante sensación de vacío y negatividad. Haciendo uso de paisajes perfectamente escogidos en cada escena, von Horn nos obliga a cuestionarnos quiénes son los verdaderos criminales, desvelando la lenta pero contundente evolución del protagonista. Los diálogos breves pero intensos dotan de una crucial importancia los silencios, miradas y gestos de los intérpretes. Un film que pretende educar y reivindicar las segundas oportunidades, planteándose si el proceso de reinserción depende del que cumple condena o del entorno. 7/10.

CARTAS DE ESPERANZA, IMÁGENES DE DOLOR
Sonia Dueñas

Pocas películas consiguen plasmar el peso del recuerdo con tanta belleza como lo hace 'In the Crosswind', del joven director estonio Martti Helde. Un fantástico debut tras varios cortometrajes que traslada al espectador a 1941, fecha en la que tuvo lugar un nefasto acontecimiento en la historia contemporánea, el olvidado holocausto soviético. Miles de familias de Estonia, Letonia y Lituania fueron destinadas a diversas partes de Siberia para emprender trabajos forzados bajo el deseo de Stalin de purgar los países bálticos de sus ciudadanos nativos. Erna (Laura Peterson), una joven estudiante de filosofía, ve cómo sus plácidos días terminan cuando, junto a su esposo, Heldur (Tarmo Song), y su hija, Eliide (Mirt Preegel) es capturada y apilada en terroríficos trenes.

Una obra indispensable en la que cada escena se convierte en una inolvidable fotografía en blanco y negro mientras la cámara se pasea con sigilo y sin intervenir, deteniéndose en cada detalle, gesto y mirada. Las cartas escritas por la protagonista a su marido acompañan en forma de voz en off, describiendo el sufrimiento ante la separación, la fuerza de voluntad y, sobre todo, la esperanza y el deseo de que todo se acabe pronto y pueda volver a casa junto a su familia, intacta y feliz. Los pacíficos recuerdos en los que disfrutaba de una comida junto a ellos o un romántico paseo en barca son el principal sustento de una mujer deseada, pero fiel a Heldur y a sí misma. Un terrible recuerdo de lo cruel que el ser humano puede llegar a ser con sus semejantes y de las horribles ideas en las que se asienta la violencia, que siempre castiga a los más inocentes. 8/10.

EL MAR ANCHO Y PROFUNDO
David Molina

Aunque detesta que señalen como mérito sus 102 años, lo cierto es que la salud e inteligencia de la que presume deberían dar muchos titulares. Boris Pahor es uno de los humanistas más importantes de la actualidad. Esloveno de nacimiento e italiano a la fuerza, sobrevivió a la barbarie nazi tras pasar por hasta cinco campos de concentración, de donde pudo salir vivo gracias al dominio de diferentes lenguas, ejerciendo de traductor de médicos y enfermeros en Struthof-Natzweiler, Dachau, Dora, Bergen-Belsen y, por último, Buchenwald, donde fue liberado. En 'Boris Pahor: retrato de un hombre libre', el director Fabienne Issartel sigue sus pasos entre 2008 y 2013 para conocer a un hombre que ha pasado toda su vida luchando contra el fascismo.

En el documental abundan los paisajes, las fotografías y los extractos de sus libros, por los que ha sido propuesto en varias ocasiones para el Nobel de Literatura, contando entre sus méritos con el nombramiento como Caballero de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura francés. Con la misma sensación de culpa por haber sobrevivido al horror de la que han hablado escritores tan apreciados como Primo Levi, Pahor cuenta su vida durante 100 minutos, reflexionando sobre cuestiones como el afán dominador del ser humano, el comunismo y hasta algunas pinceladas de la situación en Cataluña. Memoria viva del siglo XX y estrella invitada del Atlántida Film Fest en Palma de Mallorca, de sus palabras surgen lecciones que – a pesar de todo - aún no hemos aprendido. 9/10.

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