
Lucía es una joven estudiante que visita el museo en el que trabaja César como vigilante. Clara y segura de sí misma, contrasta con el carácter introvertido de él. A pesar de sus evidentes diferencias y para sorpresa de César, cuya vida sentimental es más bien escasa, empiezan una intensa relación. En cuestión de tiempo, Lucía hace de su novio un patito feo convertido en cisne ante la incredulidad de los amigos de la universidad del chico, que no pueden salir de su asombro.
El protagonista de esta obra es
como la Sala Nueve Norte, que a simple vista puede pasar desapercibida pero que, ya en su interior, deja ver su valía. 'La estética de las cosas' es un texto del aclamado dramaturgo estadounidense Neil Labute que triunfó en Inglaterra y Norteamérica con Paul Rudd como protagonista, para posteriormente estrenarse en pantalla grande con el elenco original. Ahora, el montaje se instala en el mencionado teatro madrileño, adaptado y dirigido por el actor Chema Coloma, que además interpreta a un
amigo de César.
La trama principal reflexiona sobre lo que se está dispuesto a hacer por alguien o para conseguir un objetivo. Aunque está
calificada como comedia, no es recomendable para el público infantil, jugando
con la realidad y la incredulidad, a medio camino entre el humor y el drama. El espectáculo va más allá de la búsqueda constante de la risa fácil, haciendo uso del desencanto y la ironía con diferentes puntos álgidos.

Entre las buenas actuaciones de la pieza destacan las de David Blanka, que sabe sacar una sonrisa al
espectador metiéndose en la piel de César, logrando una complicidad con los presentes hasta en los momentos más insospechados, mientras que su compañera Nüll García (Lucía) se mantiene con admirable sangre fría. Ambos cargan con el peso de una representación cercana a las dos horas que avanza
con agilidad y aumenta el interés cuando más necesario se hace, marcando un
punto de inflexión con un sorprendente giro.
Una habitación y una cafetería son
algunas de las localizaciones por las que transcurre la acción, con un mobiliario compuesto por palets de madera y diferentes objetos en una escenografía creada por Lita Echeverría. El vestuario es actual y acorde a la sociedad contemporánea, adaptándose bien a esta reflexión sobre las relaciones humanas. El amor, el deseo, el interés y la
ilusión son sólo algunas de las piezas del puzle en escena.
'La estética de las cosas' tiene ese algo que marca la diferencia para convertir una obra en una experiencia original
y recomendable. ¿Qué se está dispuesto a hacer por agradar a los demás? ¿Se realiza por voluntad propia o influenciados por el entorno? ¿Quién sale ganando
con el cambio? Toda una invitación a pensar sobre estas y
otras cuestiones que van más allá de la apariencia física. O quizá no.
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