El mítico Palacio de Gaviria (Arenal, 9) acoge hasta el próximo 24 de septiembre la exposición 'Escher', una retrospectiva del artista neerlandés Maurits Cornelis Escher que combinó el dibujo y la ciencia matemática para mostrar un universo plagado de nuevas perspectivas. La inusual habilidad a la hora de realizar sus grabados y dibujos, que parecen producidos digitalmente, así como una capacidad de trabajo minuciosa y detallista, impresionan a quien se acerca a conocer las 200 piezas que componen esta esperada muestra que está recorriendo ciudades de todo el mundo.
Comisariada por el director de la M.C. Escher Company, Mark
Veldhuysen, y por el coleccionista Federico
Giudiceandrea, experto en la obra del creador, la exposición propone un
recorrido cronológico que refleja la evolución del dibujante conocido por sus ilusiones laberínticas, sus simetrías inquietantes y sus mundos
oníricos imposibles. Si algo está claro es que Escher fue un genio que utilizó a su antojo la representación
de las dimensiones y las ilusiones ópticas. Siempre combinando la magia de las
matemáticas con una imaginación desbordada, su trabajo nos lleva a una realidad diferente.
La cita, que desde su apertura el 2 de febrero ha recibido más de 37.000 visitantes, se divide en siete secciones que, tras un vídeo introductorio y un resumen detallado de su vida, comienza con los inicios del artista a través de xilograbados influidos por la
corriente art nouveau y prosigue con sus
viajes por Italia, país que le fascinó y cuya arquitectura, especialmente la de
las zonas del sur, inspiró notablemente su obra.
Más adelante, el público se traslada a una de sus influencias
más importantes a la hora de crear un arte propio: la Alhambra de Granada. Ahí
es donde Escher conoce la
teselación, obsesionándose con ella hasta comenzar a practicarla y a desarrollarla. Los azulejos de la ciudad palatina andalusí y sus dibujos
geométricos detallados y continuos se convierten en su forma de trabajo. Las
producciones del artista se llenan de pájaros, peces y otros mamíferos que
cubren toda la superficie con una minuciosa estructura matemática.
Tras este salto y evolución, clave en su carrera, la visita da paso a sus más célebres obras de paradojas geométricas y metamorfosis,
formas que se convierten en otras, así como a la combinación de la esfera y lo
plano. Predominan las escaleras que suben y bajan al mismo tiempo, contornos que el ojo
completa sin que realmente estén representados, como ilusiones y fantasías de mundos
paralelos.
Pese a no obtener un gran reconocimiento en vida, Escher se ha convertido en uno de los artistas más influyentes de los últimos tiempos, especialmente en la cultura pop reciente. Esto se
plasma en la parte final de la exposición, donde se observan conocidas películas,
anuncios, carteles, series y portadas de discos claramente inspirados en
algunas de las obras más emblemáticas del holandés.
La cita, que presume de piezas maestras como 'Mano con esfera reflectante', 'Relatividad (o casa de escaleras)' y 'Belvedere', incluye la oportunidad de ver el interior del precioso Palacio de Gaviria, construido a mediados del siglo XIX, que reabre sus puertas después de siete años para convertirse en un nuevo espacio expositivo en la capital. La pega es que debido a sus condiciones como edificio protegido, las instalaciones no cuentan con ascensor ni plataforma para subir a la primera planta, imposibilitando el acceso a personas con movilidad reducida.
La exhibición incluye recursos educativos durante todo el recorrido para que visitantes de todas las edades puedan disfrutar y entender el universo de Escher, experimentar y jugar con él. Sin duda, un acierto que busca la interacción. También se encuentran algunos puntos en los que sacarse una divertida foto escheriana y practicar la moda del selfie. Con un horario de 10.00 a 20.00 h. (hasta las 21.00 h., viernes y sábados), las entradas tienen un coste de entre 8 y 12 euros. Una ocasión única para descubrir el arte que existe dentro de las matemáticas, revelando la belleza de una disciplina muchas veces denostada.
La cita, que presume de piezas maestras como 'Mano con esfera reflectante', 'Relatividad (o casa de escaleras)' y 'Belvedere', incluye la oportunidad de ver el interior del precioso Palacio de Gaviria, construido a mediados del siglo XIX, que reabre sus puertas después de siete años para convertirse en un nuevo espacio expositivo en la capital. La pega es que debido a sus condiciones como edificio protegido, las instalaciones no cuentan con ascensor ni plataforma para subir a la primera planta, imposibilitando el acceso a personas con movilidad reducida.
La exhibición incluye recursos educativos durante todo el recorrido para que visitantes de todas las edades puedan disfrutar y entender el universo de Escher, experimentar y jugar con él. Sin duda, un acierto que busca la interacción. También se encuentran algunos puntos en los que sacarse una divertida foto escheriana y practicar la moda del selfie. Con un horario de 10.00 a 20.00 h. (hasta las 21.00 h., viernes y sábados), las entradas tienen un coste de entre 8 y 12 euros. Una ocasión única para descubrir el arte que existe dentro de las matemáticas, revelando la belleza de una disciplina muchas veces denostada.
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