
En un panorama cultural en el que las funciones de teatro se cuentan por decenas, cada semana llegan nuevos estrenos de cine y el arte prolifera en museos y galerías, dar en el clavo con una opción que realmente nos satisfaga es muchas veces complicado. El placer, sin embargo, rebosa cuando uno encuentra un evento que sabe que - más allá de gustos, edades y bolsillos – enamorará a todos. Eso ocurre estos días con la exposición dedicada al que muchos consideraron el mejor mago del mundo: Harry Houdini.
La vida y obra del famoso escapista austrohúngaro se analiza
en 'Houdini: las leyes del asombro', una muestra gratuita que el público
puede disfrutar hasta el próximo 28 de mayo en el Espacio Fundación Telefónica
de Madrid, situado en el número 3 de la céntrica calle Fuencarral, junto a la
Gran Vía. Con un horario amplio, de lunes a domingos de 10.00 a 20.00 h., un
programa de visitas comentadas gratuitas y un buen número de actividades
paralelas, pasearse por la cuarta planta del centro es adentrarse en la pasión
desbocada por el ilusionismo, la ciencia y el esfuerzo que ejerció un hombre
que desafió los límites de la lógica frente a miles de personas.
Carteles, cajas de magia, proyecciones, instalaciones y
multitud de juegos que hacen pensar al visitante se reúnen en una cita que, sin
aturdir con interminables carteles, sumergen al público en un recorrido en el
que se reflexiona sobre cuestiones como neurociencia, marketing y espiritismo,
partiendo de las barracas de feria hasta llegar a los espectáculos de masa que
hoy en día abundan en todo el mundo.

La ilusión y el asombro sobrevuelan por una exhibición que
fascina a todo tipo de público y en la que no faltan referencias culturales ni
la influencia española que también repercutió en la trayectoria
de un artista que se hizo cómplice de la fuerza física, la velocidad, la
tensión y el reto para dejar con la boca abierta a sus propios compañeros de
profesión, quienes trataron de hacerle sombra en vano. Comisariada por María
Santoyo y Miguel A. Delgado, una oportunidad irrepetible de acercarse a la
historia de la magia a través de un hombre que, siempre fiel a sus principios,
defendió la ciencia por encima de lo paranormal, ahuyentando a timadores y
vendehúmos.
Un consejo más: no te vayas del centro sin perderte en el laberinto de espejos del artista argentino Leandro Erlich en la tercera planta ni dejes de lado la exposición permanente del segundo piso, donde conocerás la historia de las telecomunicaciones entre telégrafos, centralistas y hasta podrás subir a un rascacielos gracias a la realidad virtual más puntera.
Un consejo más: no te vayas del centro sin perderte en el laberinto de espejos del artista argentino Leandro Erlich en la tercera planta ni dejes de lado la exposición permanente del segundo piso, donde conocerás la historia de las telecomunicaciones entre telégrafos, centralistas y hasta podrás subir a un rascacielos gracias a la realidad virtual más puntera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario