Seis ediciones le han valido al Atlántida Film
Fest para
convertirse en el mayor festival de cine online del mundo,
con más de 150.000 espectadores y el placer de estrenar en España títulos de
grandes cineastas como Sarah Polley, Xavier Dolan o Michel Gondry. Una vez más, el
evento enamora a multitud de suscriptores habituales de Filmin y a curiosos que apuestan por una cita que, por sólo 20
euros, permite el visionado de 81 títulos, del 26 de junio al 26 de julio, en
la plataforma de cine. Como ya viene siendo tradición, cada viernes publicaremos nuestra visión
sobre las mejores cintas del festival. Comenzamos:
ENTRE FRONTERAS
Bárbara Sarmentera

Tras su triunfante paso por festivales de la talla de Cannes o Zurich,
el director surcoreano Jero
Yun deja su huella en el Atlántida
Film Fest con el documental 'Mrs.B, una mujer
coreana', una producción francesa que muestra la cruda
realidad de muchas personas que intentan huir del estricto régimen norcoreano. Para
ello, Yun presenta
a Mrs.B, una mujer casada y con dos hijos que debido a la pobreza
decide arriesgarse a cruzar la frontera y buscar una oportunidad en China,
aunque las cosas no serán como ella esperaba y su vida cambiará radicalmente.
La distancia, su nueva familia y el recuerdo de sus hijos la lleverán a
adentrarse en un duro viaje hacia Corea del Sur.
Dejando de lado la crítica necesaria a Corea del Norte, el documental supone una profunda reflexión sobre los pensamientos más íntimos de una familia separada por las fronteras. Entre preguntas y miradas perdidas cargadas de respuestas silenciadas, la cámara en mano trata de que el espectador se sienta un miembro más del periplo junto al grupo emigrante. Durante 70 minutos reinan largos silencios que bombardean la pantalla con incógnitas y curiosidades que encuentran respuestas entre líneas. 6/10.
Dejando de lado la crítica necesaria a Corea del Norte, el documental supone una profunda reflexión sobre los pensamientos más íntimos de una familia separada por las fronteras. Entre preguntas y miradas perdidas cargadas de respuestas silenciadas, la cámara en mano trata de que el espectador se sienta un miembro más del periplo junto al grupo emigrante. Durante 70 minutos reinan largos silencios que bombardean la pantalla con incógnitas y curiosidades que encuentran respuestas entre líneas. 6/10.
LA RECONSTRUCCIÓN DE UN SENTIMIENTO
Belén Calvín

'La radio no decía nada, y los periódicos tampoco, pero las
abejas lo sabían. No vinieron en dos días, ni una sola', escribe la ganadora
del Nobel de Literatura Svetlana Alexievich en su novela 'Voces
de Chernóbil'. El 26 de abril de 1986 quedó marcado para siempre por uno de
los mayores desastres medioambientales de la historia, constatando el
peligro que el ser humano supone para el planeta. Sin embargo, lo que
le interesaba a la autora bielorrusa no era reconstruir un evento, sino los
sentimientos que una catástrofe de esta envergadura generaron en toda una
comunidad.
El director luxemburgués Pol Cruchten adapta
con éxito esta aclamada novela al formato documental, llegando a ser candidata
a los Oscar por su país. 'Voces de
Chernobyl' mantiene la
esencia del relato polifónico mientras juega con la extraña belleza de una
desierta Ucrania que se contrapone a la dureza del testimonio de sus
protagonistas. Quizá la única pega que se le puede poner es lo repetitivo de su
esquema. La esposa de un bombero fallecido, una madre que pierde a su hija,
científicos a los que no quisieron escuchar, periodistas, historiadores o niños
que pasaron su infancia entre hospitales transmiten su experiencia más íntima.
Como afirma la autora bielorrusa, 'Chernobyl no sólo envenenó el agua y
el aire, sino todo un tiempo'. 7/10.
EL HORROR CONVERTIDO EN DIVERTIMENTO
David Molina

El que está considerado como uno de los documentalistas más
importantes de la última década, el bielorruso Sergei Loznitsa,
firma una producción que se cuela en el campo de concentración nazi de Sachsenhausen,
rebautizado como Lugar Conmemorativo y Museo de Sachsenhausen, a
las afueras de Berlín, para demostrar cómo estos espacios se han acabado
convirtiendo en parques temáticos para turistas. Bajo el nombre de 'Austerlitz', Loznitsa tiñe
de blanco y negro la cámara, limitándose a una serie de planos fijos que
muestran el trajín de personas de todo el mundo en rincones donde
perdieron la vida miles de presos.
Entre camisetas de Batman y Jurassic Park, guías turísticos, móviles de los que no se quita ojo y hasta palos selfie, el sonido ambiente deja que sea el espectador quien reflexione sobre cómo la sociedad actual interpreta el horror sufrido hace 70 años, planteándose hasta qué punto estos lugares han sido tomados por la sociedad de consumo en vez de por la concienciación y el recuerdo. Bajo el mismo letrero que daba la bienvenida al infierno de los campos hoy se fotografían, incluso sonrientes, miles de visitantes. Mientras unos comen frente al paredón de fusilamiento y otros posan con cara de circunstancia en el crematorio, Loznista suprime el color como un gesto de respeto hacia los que perdieron la vida. Sin necesidad de diálogos ni explicaciones, las conclusiones del espectador son claras. 8/10.
Entre camisetas de Batman y Jurassic Park, guías turísticos, móviles de los que no se quita ojo y hasta palos selfie, el sonido ambiente deja que sea el espectador quien reflexione sobre cómo la sociedad actual interpreta el horror sufrido hace 70 años, planteándose hasta qué punto estos lugares han sido tomados por la sociedad de consumo en vez de por la concienciación y el recuerdo. Bajo el mismo letrero que daba la bienvenida al infierno de los campos hoy se fotografían, incluso sonrientes, miles de visitantes. Mientras unos comen frente al paredón de fusilamiento y otros posan con cara de circunstancia en el crematorio, Loznista suprime el color como un gesto de respeto hacia los que perdieron la vida. Sin necesidad de diálogos ni explicaciones, las conclusiones del espectador son claras. 8/10.
EL VIAJE PARA ENCONTRARSE A UNO MISMO
Estela Cayón
Estela Cayón

Júlia se dispone a comenzar su aventura Erasmus en Berlín. La historia de esta estudiante de arquitectura que vive en
Barcelona puede ser la de muchos jóvenes que disfrutan de las becas europeas
para mejorar sus estudios, vivir una experiencia y, en muchas ocasiones, dar el
paso hacia la edad adulta. Así comienza 'Júlia ist',
ópera prima de Elena
Martín, que también protagoniza este film que consiguió dos Biznagas de
Plata en el pasado Festival
de Málaga.
Berlín se presenta como una ciudad fría donde la protagonista tiene dificultades para integrarse. Las expectativas con las que llega a Alemania no se cumplen. Hay fiestas, grandes profesores y proyectos, pero la realidad es que se siente perdida en una edad en la que uno comienza a cuestionarse quién es y quién quiere ser en la vida. La elección del entorno y del espacio que uno habita se convierten en una metáfora de la lucha interna en torno a la soledad, la socialización y el crecimiento personal. Elena Martín reflexiona, en base a su experiencia, sobre la propia identidad en una película bien rodada que ofrece un agradable paseo por la capital alemana. ¿Puede uno regresar al lugar del que salió si ya no es la misma persona? 7/10.
RUMBO A LA LIBERTAD
Sonia Dueñas

El último trabajo del francés Michel Gondry, 'Microbe et
Gasoil', llega dos años más tarde de su estreno al Atlántida
Film Fest para presentar una road movie con
dos adolescentes como protagonistas. A Daniel (Ange
Dargent) le gusta una compañera de clase, pero es bajito, de ahí que
siempre le llamen 'el microbio'; y a veces le confunden con una chica por
llevar el pelo largo. Théo (Théophile Baquet), 'el
gasolina', acaba de llegar nuevo al instituto, pero intenta campar a sus anchas
entre bromas y manualidades. Ambos han nacido en el seno de dos familias muy
distintas, pero sus ansias de aventuras les lleva a emprender un viaje por
Francia sobre una casa con ruedas que ellos mismos han fabricado. Una
arriesgada experiencia iniciática que sirve para aumentar la confianza en sí
mismos, tomar decisiones sin el respaldo maternal y, sobre todo, aprender el
uno del otro en plena libertad.
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