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viernes, 1 de diciembre de 2017

Repulsión contra natura

EXTRA!
Colin Farrell en lo nuevo de Lanthimos

El aclamado director griego Yorgos Lanthimos tiene un don que pocos cineastas poseen, como es crear una historia atípica con gran sencillez y un poso reflexivo que permanece en la mente del espectador durante mucho tiempo. Sus indispensables obras 'Canino', 'Alps' o 'Langosta', que han desfilado por el circuito de festivales internacionales más importante, hipnotizaron tanto a la crítica como a todos aquellos amantes del cine de autor más puro gracias a imposibles puzles narrativos que reclaman la participación del público. La taquilla de 2017 no podía cerrarse sin la llegada de su último largometraje, 'El sacrificio de un ciervo sagrado', que llega a la cartelera española este viernes 1 de diciembre para remover las conciencias de los más osados.

Steven Murphy (Colin Farrell) es un reputado cirujano casado con una oftalmóloga, Anna (Nicole Kidman), con quien ha formado una familia. De forma asidua recibe la visita de Martin (Barry Keoghan), un adolescente de 16 años que ha perdido a su padre y que siente una gran afinidad por el doctor. Su rutina se rompe cuando, de pronto, su hijo pequeño, Bob (Sunny Suljic), no puede andar. Nadie es capaz de explicar las causas de tan fortuito daño, y todo se complica cuando su otra hija, Kim (Raffey Cassidy), se ve en la misma situación. Es entonces cuando Steven se ve obligado a elegir entre realizar un sacrificio antinatural o perder todo lo que ha conseguido hasta el momento.

Este thriller psicológico con toques fantásticos juega con un elemento narrativo clásico: la venganza. La lista de películas que se rinden ante esta cuestión es prácticamente infinita, pero en esta ocasión el autor añade un giro inesperado. La psicología de los personajes revela una constante puesta a prueba de la moralidad con actos cada vez más macabros, desesperados e impulsivos. No hay espacio para pensar en las consecuencias, tomando un mayor protagonismo las causas por las que Steven y su familia caen en un oscuro agujero negro del que sólo existen salidas atroces.

Las dos horas de metraje transcurren pausadamente pero dejando la sensación de que los acontecimientos se agolpan de forma vertiginosa, sin dar respiro a un espectador hipnotizado por las circunstancias, perplejo ante la angustia, las decisiones precipitadas, sobrexpuesto por un humor de lo más ácido y, ante todo, por el autocuestionamiento que el cineasta reivindica con una obra que no pasará desapercibida. Para ello exige que la mirada del público se encargue de los juicios y la empatía, con especial ímpetu en escenas inolvidables, tal y como sucede en sus cintas anteriores.

Colin Farrell y Nicole Kidman

Lanthimos vuelve a recurrir a un elenco de lujo, con la presencia del actor Colin Farrell, que repite con el autor. Tras su experiencia en 'Langosta', el irlandés se mete en la piel de un personaje distante, frío e incapaz de exteriorizar sus pensamientos. Es cierto que este tipo de papeles hacen brillar sus cualidades, en los que se aprecia su fuerte exigencia para estar a la altura de las expectativas, muy al contrario de lo que le ocurre en sus apariciones más comerciales. Por su parte, Kidman, siempre perfecta, compensa con emotividad la oscura presencia de Steven gracias a una madre abstraída por el deterioro de sus pequeños, quienes realizan una excelente labor interpretativa.

Sin embargo, es Keoghan quien se lleva toda clase de alabanzas. Inquietante, inocente, psicótico, vengativo y obsesivo, su perfil queda perfectamente definido, eclipsando al resto del reparto, conducidos a un abismo sin retorno que marcará sus vidas para siempre. Ante este infierno, la colaboración del director de fotografía griego Thimios Bakatakis ha sido crucial. Irremplazable en el equipo de Lanthimos desde su cortometraje 'Uranisco disco', su estética ya es inconfundible. Austero, minimalista y con tendencia a congelar los espacios con tonalidades azuladas e hirientes luces sobreexpuestas, su simpleza y pulcritud habla por sí misma en una obra algo más arriesgada en movimientos de cámara.

Indispensable para los enamorados del cine de autor, especialmente tras recibir dos premios en los festivales de Cannes y Sitges, lo cierto es que 'El sacrificio de un ciervo sagrado' no es apta para todo tipo de públicos, precisamente por el hecho de que no todos los espectadores están preparados para asistir a una película en la que se requiere un esfuerzo poco habitual. Por suerte, el año 2017 termina por todo lo alto, con una revisión de la moralidad del ser humano en momentos críticos. Cuando se está a punto de perder todo, ¿es mejor vengarse, hacer un sacrificio impensable o que muera todo cuanto se ha construido?


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