viernes, 7 de diciembre de 2018

La gracia de Mel Brooks enamora en la Gran Vía

EXTRA!
'El jovencito Frankenstein' en Madrid

En el año 1974, el guionista, actor y director estadounidense Mel Brooks sorprendía al público con la parodia cómica de las adaptaciones cinematográficas de la famosa novela de Mary Shelley'Frankenstein', con 'El jovencito Frankenstein', un título que se ha convertido en un clásico del séptimo arte hasta llegar a transformarse, ya en 2007, en un espectáculo musical en el Paramount Theatre de Seattle (Washington) para aterrizar en Broadway y en el West End londinense años después.

Con libreto original de Brooks en colaboración con Thomas Meehan, la Gran Vía madrileña recibe por todo lo alto una pieza en la que se disfruta, ríe y redescubre el género del terror cómico de la mano de la productora de títulos como 'The Hole' y 'La Familia Adams', LETSGO. El Teatro EDP acoge la historia del brillante neurocirujano, profesor y nieto del Dr. Víctor Von Frankenstein, Frederick Frankenstein, que tras heredar un castillo en Transilvania intenta continuar con el legado de su abuelo dando vida a un extraño ser.

Víctor Ullate se mete con maestría en la piel del protagonista, acompañado de un reparto de lujo en el que la trayectoria de Marta Ribera (Elizabeth Benning), el talento de Teresa Vallicrosa (Frau Blücher) y la vis cómica de Jordi Vidal (Igor) tienen mucho que ver en el resultado, acompañados de Cristina Llorente como la seductora Inga y un irreconocible Albert Gràcia en el papel del monstruo. Juntos y revueltos, los actores trasladan a las tablas del teatro una historia hilarante con temas pegadizos y un guion a la altura.

Mel Brooks aterriza en la Gran Vía

La puesta en escena sumerge al espectador en el tétrico castillo sin necesidad de un gran despliegue de medios, con el encanto de una orquesta en directo que envuelve una trama que engancha y no suelta a los asistentes en sus 120 minutos (más 15 de intermedio) de duración. Hay que reconocerle a Esteve Ferrer el acierto en la dirección artística y en la adaptación al castellano de los temas, así como aplaudir las vibrantes coreografías del cuerpo de baile a Montse Colomé.

Los asistentes disfrutarán de lo lindo de una apuesta que sorprende en el precio de sus entradas, por debajo del ticket medio que se suele cobrar por las producciones del género en la capital, en un ejercicio de honestidad y acercamiento a un público que cada vez puede disfrutar de una cartelera de teatro musical más variada y de mayor calidad. Las risas son continuas en el patio de butacas y será realmente difícil no salir satisfecho del espectáculo.

Si con 'El médico' se lloran las penas del protagonista y con 'West Side Story' se reflexiona sobre los prejuicios, con 'El jovencito Frankenstein' lo que uno hace es abandonarse al humor y a la brillantez interpretativa del equipo. Aunque las butacas del Teatro EDP no sean las más cómodas del mundo y algunos clamen al cielo por esta manía de vender comida y bebida en las salas, pocos defectos se le pueden sacar al montaje en sí, que concluye con un número de claqué tan tierno como prodigioso. ¡A divertirse!


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