jueves, 31 de octubre de 2019

Vidas precarias

EXTRA!
Ken Loach en las salas españolas

La nueva película del siempre reivindicativo y prolífico director británico Ken Loach'Sorry we missed you', llega a las carteleras este vienes 31 de octubre, siendo posiblemente uno de los últimos largometrajes del realizador. Quizá no sea casualidad que el estreno coincida con la noche del terror por excelencia, pues sin ser una cinta del género, ¿qué da más miedo que ver cómo te vas hundiendo sin remedio en la precariedad junto a tu familia? No hay muchas cosas más asfixiantes y estremecedoras que tener un trabajo que ocupa todo tu tiempo y que aún así sea imposible pagar tus deudas y aspirar a una vida mejor. Todo ello con una casi imposible conciliación familiar que va haciendo mella en las personas a las que más quieres. Esta es la temática que ha elegido el maestro del cine social para presentarse en Cannes tras volverse a hacer - en 2016 - con la Palma de Oro con 'Yo, Daniel Blake', cosechando una emotiva aceptación entre crítica y público.

Para mostrar y denunciar una vez más cómo el capitalismo salvaje está terminando con todas las conquistas sociales de la clase obrera, Loach se vuelve a aliar con su inseparable colaborador, Paul Lavertyen el guion de una historia que se centra en una familia de Newcastle. La madre es cuidadora de ancianos y personas enfermas en diferentes casas. Después de trabajar en la construcción durante varios años, el padre entra en una empresa de reparto de paquetes de mensajería. Acepta el puesto con todas sus esperanza puestas en que esta es la oportunidad que les permitirá poder comprarse una casa y vivir tranquilos. Sin embargo, tendrá que enfrentarse a la dura realidad de ser un falso autónomo que trabaja 14 horas diarias durante seis días a la semana para resultar rentable, además de toda una serie de condiciones abusivas que se descubren a lo largo del film. A esto se unirá la aplicación de las nuevas tecnologías en el mundo laboral, cuya única función reside en esclavizar aún más a estos mensajeros.

La familia cuenta también con dos hijos impactados por la ausencia, el cansancio y las tensiones de sus padres. El mayor, adolescente y grafitero, cuestionará y  rechazará los esfuerzos del padre por entrar en un sistema que sabe que - muy probablemente - también le expulsará a él. Mientras, la niña pequeña ejerce como el gran punto de unión de la familia, sufriendo enormemente ante las discusiones domésticas.

El mensaje es evidente, lo cual no lo hace menos real: vivimos en una época de retroceso de derechos en medio de un sistema que se vuelve cada vez más injusto con los más débiles sin que apenas nos dé tiempo a darnos cuenta, ocupados por sobrevivir y por un feroz consumismo. A este respecto es interesante la reflexión que hace el corto '¡Hola, buenas noches!', presentado en el Notodofilmfest del año pasado, señalando un sistema en el que las condiciones derivadas de la precariedad son las que generan a su vez más empleos precarios.

'Sorry we missed you' en salas españolas

Así, los principios que llevaron al director británico a tomar una cámara por primera vez siguen inmutables, aunque la realidad trate de maquillar sus problemas. Los protagonistas siguen siendo los mismos de siempre: personas anónimas que intentan hacer las cosas bien a las que el sistema acorrala sin piedad. En cualquier caso, Loach ofrece una solución a modo de refugio: el cariño y fortaleza de una familia que funciona como una comunidad y que a pesar de los problemas, se quiere y se intenta cuidar. Casi es la única forma de resistencia posible cuando no queda tiempo para nada más.

El cineasta se mantiene fiel a su estilo apoyándose en la desnudez formal y en unos actores desconocidos que funcionan a la perfección. Siguiendo las vidas de estos personajes, el público asiste a una serie de problemáticas que no sólo salpican los telediarios, sino también nuestras vidas: la precarización del empleo, la imposibilidad de la conciliación familiar, la desafección de la juventud ante un sistema vacío, la deshumanización de los procesos de trabajo, la debilitación del tejido asistencial... 

Se sitúa al espectador frente a un sistema que se desmorona y que está arrastrando a mucha gente en su caída. La única opción para evitar esta huida hacia adelante es negarnos a renunciar a un tiempo que compartir con la gente que queremos (a cuidarles y a cuidarnos). Quizá Ken Loach sea un hombre de una generación muy anterior a movimientos como la cuarta ola del feminismo, pero su lema es claro: hay que volver a poner la vida en el centro del sistema. Eso es lo más importante y algo por lo que tenemos que luchar como sociedad.


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