
¿Quién no se ha sentido alguna vez Olivia Newton-John, a voz en grito, bajo la ducha? A nosotros, desde luego, nos ha pasado… Y si no sacamos más a menudo a relucir nuestros vozarrones es porque, a pesar de todo, somos un poco tímidos y porque no nos apetece cantar delante de gente que no conocemos. Por mucho que Alaska se ponga machacona con aquello de a quién le importa lo que yo haga, imagínate que no tienes el día y que esa maravilla de hombre o de mujer que se ha fijado en ti se horroriza después de escucharte cantar el estribillo de 'Tusa'… ¡No-queremos-que-pase!
Lo que sí que nos apetece es
dejarnos la voz en uno de los lugares que más está dando que hablar en los
últimos meses, un precioso local en el
que podrás quedarte afónico sin que te oiga nadie más que las personas que tú elijas.
Este plan sí te gusta, ¿eh? Pues apunta el nombre: BAM Karaoke. Inspirado en el concepto del karaoke box japonés, este rincón situado en el número 2 de la calle
Recoletos (a dos pasos de la estación de Cercanías de mismo nombre y de la
parada de Metro Retiro) se ha convertido en el plan estrella para sorprender en
cumpleaños, despedidas de soltero o tardes en las que quieras hacer el
mamarracho con tus amigos o familiares.
El funcionamiento es sencillo: reservas con antelación una sala privada en
función del número de personas y la decoración, te plantas en sus instalaciones
y disfrutas durante dos horas de una sesión en la que podrás pedir
exquisitos cócteles y opciones de picoteo para todos los gustos (de ceviche a hummus, pasando por jamón o queso)
mientras te dejas la piel – y la voz – interpretando algunas de las 25.000
canciones de su completísimo catálogo en boxes
insonorizados, con modernos equipos de sonido, sofás y una pantalla a través de
la que elegirás las canciones, efectos de sonido y hasta pedirás tus copas.

Con una decoración muy cuidada –
las plantas y los juegos de luces reinan en el camino hasta la sala elegida - y
un equipo humano majísimo que atenderá en todo momento tus necesidades, BAM Karaoke es justo lo que necesitaba la
noche madrileña para seguir sorprendiendo a un público que ya creía haberlo
visto todo. La originalidad de la marca, que ya triunfa en Francia gracias
a Arnaud Studer, después de que se
quedara impresionado con este tipo de locales en un viaje que hizo a Japón, promete
seguir expandiéndose por toda Europa en los próximos meses.
A pesar de la decoración de lujo
ideada por el arquitecto Pablo Peyra,
los precios son asequibles, cobrándose entre 5 y 6 euros por hora y persona en función del día, el tamaño de la sala (se
aceptan reservas de hasta 6 personas debido a la situación actual) y la hora elegida. Como opción para
desmelenarse y hacer un plan diferente con amigos, BAM Karaoke es todo un acierto en el que podrás combinar temas de
Cher, Camela y The Beatles sin
cortarte un pelo. ¡Nosotros ya lo hemos hecho!
Tampoco te olvides de hacerte un selfie de recuerdo con tus acompañantes
en la máquina que encontrarás junto a la escalera que baja a los baños, a los
que podrás acudir mientras tu grupo sigue divirtiéndose.
Eso sí, cada vez que se abre la puerta
de la sala (también cuando te lleven la bebida/comida los camareros) se detiene
la música, así que intenta elegir bien el momento... Si buscabas un lugar para
liberarte con tu grupo de amigos, tras los colores verdes y dorados de su
espaciosa entrada, encontrarás el que probablemente se convierta en tu nuevo lugar
favorito.
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