EXTRA!

La comida italiana se ha convertido en una de las cocinas favoritas de muchos madrileños que se apuntan cada nueva apertura para probar los platos que aterrizan en la ciudad. Cuando Ôven Mozzarella apareció en Madrid, allá por el año 2014, muchos cayeron a sus pies debido a la calidad de su materia prima y a las elaboraciones realizadas al momento, de manera artesanal, con el objetivo de entregar en cada mesa el mejor sabor, aroma y textura. No nos extraña, por tanto, que a día de hoy ya sean seis los establecimientos que la marca, que pertenece al Grupo Con Fuego, tiene en nuestras calles.
Aunque el motivo por el que hasta ahora habíamos vuelto a sus locales eran sus burratas y sus mozzarellas artesanales procedentes del país de la bota, esta vez hemos regresado por un plato muy especial que ha llegado hace pocas semanas a su carta: la tagliatelle alla rueda de Pecorino Romano. ¡Pero empecemos por el principio!
El pasado mes de julio, el Grupo con Fuego abría Gran Vía 55, un espacio gastronómico situado en la misma dirección que le da nombre, con más de 1300 metros cuadrados en los que se reúnen tres conceptos distintos: la hamburguesería y asador Steakburguer, un espacio de coctelería llamado El Clandestino y, por último, un precioso local dedicado a Ôven Mozzarella. Situado en la planta más baja, su decoración parece querer trasladar al comensal hasta los antiguos teatros de la Gran Vía gracias al trabajo del prestigioso estudio Proyecto Singular.

El restaurante, sofisticado a la par que original, presume de introducir recetas distintivas y sofisticadas de manera constante, aunque la exquisita burrata que probamos para abrir el apetito ya se ha convertido en un clásico cuando volvemos a sus establecimientos.
Ya entrados en materia, quisimos disfrutar del espectáculo que supone la nueva pasta que ha llegado en exclusiva al local de Ôven Mozzarella de Gran Vía 55, la tagliatelle alla rueda de Pecorino Romano, cuya preparación en el interior de una gran rueda de queso de oveja ante los ojos del comensal supone todo un acto ceremonial en sí. Exportada de la gastronomía italiana, el plato comienza con la introducción de la pasta cocinada en la rueda de queso, donde el Pecorino Romano - y sus notas picantes - comienzan a adherirse a la pasta, agregando espesor a su textura y potenciando un sabor que se completa con el dulce toque final de la trufa. Podéis probarla vosotros mismos de 12.30 a 23.00 h.
El resultado es exquisito, sobre todo cuando se combina con alguna de las referencias de vinos por copas que ofertan. Esta singular receta, que sin duda se convertirá en habitual en las redes sociales de influencers y foodies en los próximos meses, promete atraer a multitud de enamorados de la cocina italiana. Su precio es de 14,90 euros. Si nos permitís la sugerencia, no os marchéis sin cerrar la velada con la riquísima galleta de chocolate horneada y helado de stracciatella bañada en chocolate fundido que ofrecen en su carta de postres. ¡Nosotros volveremos muy pronto!
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