lunes, 7 de noviembre de 2022

Sabor libanés en La Latina

 EXTRA!

Cuando se descubre un rincón en el que uno se siente en casa, disfruta de una calidad-precio óptima y es consciente de que no hay ninguna multinacional detrás, de esas que consiguen que se abran decenas de establecimientos a pesar de su dudosa calidad, volver a sus mesas o recomendarlo a aquellos que nos rodean es el mejor regalo que podemos hacer para alargar su vida. La suya y la de los espacios locales tras los que se encuentran personas que entregan lo mejor de sí mismos cada día.

Ese es el caso de Rasif, el restaurante de cocina callejera libanesa que desde hace pocos meses trata de conquistar a los vecinos y visitantes de La Latina en el número 6 de la calle del Humilladero. Con las manos y la presencia del pan de forma constante: esa es la base de una propuesta que nos traslada a las calles del Líbano a través de recetas en las que los mezzes fríos y calientes, así como las delicias en forma de bocadillo se convierten en protagonistas.

Con un menú diseñado por un chef que ha viajado exclusivamente desde el Líbano para su preparación, entre los entrantes más destacados se encuentran un delicioso hummus preparado con aceite de olvida virgen extra y servido con pan libanés, una crema de pimientos asados, nueces y melaza de granada (muhammara) o las sabrosas empanadillas rellenas de carne o de queso (sambousik) que triunfan en Oriente y que se sirven en raciones de dos unidades.

Uno de los puntos fuertes del espacio es que permite que tanto las personas veganas y vegetarianas como aquellas que sean amantes de la carne puedan encontrar multitud de opciones en una carta que destaca los bocadillos servidos en pan libanés o en baguette tostada. Los tienen de pollo, ternera, pescado o vegetales, maridándose en especias traídas directamente desde el Líbano con el objetivo de que cada plato llegue a la mesa con el sabor y la textura perfecta. Los más solicitados por sus clientes habituales, entre los que se encuentran numerosos vecinos del barrio, son el shawarma de pollo o ternera, el kebap o el de chipirones.

Lo ideal es que cada pareja comparta uno o dos entrantes y disfruten de un bocadillo por persona para acabar tomando juntos alguna de las opciones dulces de su carta, siendo esta una parte fundamental de la cultura gastronómica libanesa. Entre sus opciones se encuentra el tradicional pastel de cúrcuma llamado sfouf, la tarta de chocolate con galleta cubierta de azúcar y una rica versión del pastel de queso libanés llamada knefe que consiste en una pasta frita y crujiente rellena de queso que se acompaña con pistachos y almíbar. Si algo os podemos adelantar es que su sabor es realmente sorprendente.

Nacidos en Beirut, sus propietarios han conseguido convertir Rasif en una carta de amor a la comida callejera libanesa en la que su concepto de street food permite descubrir un local con butacas altas y una cocina transparente según se cruza su entrada, así como un salón tranquilo al fondo, con varias mesas en las que es posible disfrutar de su propuesta de lunes a domingos de 13.30 a 17.00 h. y de 20.00 h. a medianoche. 

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